Esta situación de aparente doble vasallaje permitió obtener a sus sucesivos señores y duques titulares una gran independencia de la que se aprovechaban, favoreciendo o aproximándose a un monarca u otro según les conviniese.
Desde 1252, año en que Alfonso X llega al trono de Castilla, el infante Manuel, hermano del Rey Sabio, figurará a menudo entre sus consejeros, como confirmante de documentos reales.
Cuando fue nombrado alférez del rey, sirvió también a su hermano como embajador ante el Papa, con lo que aprovechó para granjearse la amistad de la poderosa Orden de Santiago e intentó favorecer para que Alfonso X fuera elegido emperador y estropear al tiempo, con notable éxito, los planes que al mismo fin había fraguado Ricardo de Cornualles.
Algunas referencias indican que Elda le pertenecía con anterioridad a este año.
Nuevas posesiones que, aunque no muy pobladas venían a triplicar en extensión los dominios del señorío primitivo del Vinalopó y ponían en sus manos el control eminente del territorio manchego oriental; un territorio mucho menos mudéjar y por lo tanto más pobre todavía pero susceptible de ser poblado y enriquecido.