Su padre, abuelo y hermano sufrían de inestabilidad mental y Juana pareció haber heredado esta enfermedad familiar.
Sufrió un colapso nervioso total después del nacimiento de su séptimo hijo.
Su primogénito (que sobrevivió) fue famoso por su locura.
De su matrimonio con el rey Carlos V de Francia, celebrado en Tain-l'Hermitage, el 8 de abril de 1350, nacieron nueve hijos, todos muertos en la infancia menos dos: Jean Froissart[1]registró que Juana se bañó en contra del consejo de sus médicos.
Poco después, se puso de parto y falleció dos días después de dar a luz a su último vástago en París, dejando a su esposo devastado.