Pedro pareció ceder y ofreció a su hermano un importante cargo en la Corte, pero este se dirigió hacia Talavera de la Reina para reorganizar sus ejércitos.
Fadrique Alfonso logró huir hasta el patio del Alcázar, donde se alojaba, pero allí fue alcanzado; algunas fuentes indican que fue el propio rey quien le dio muerte.
Este secretario se hizo cargo del niño y lo llevó a una tal Paloma como ama de cría, «hija de un tornadizo y una linda judía».
[31] Ortiz de Zúñiga señala que la tal Paloma vivía en Llerena (Badajoz), señorío del maestre Fadrique, tal como se recoge en varios romances recopilados y editados en el siglo XVI.
Ya en el XIX Agustín Durán concede bastante crédito a estas leyendas.
[24][25] El historiador Alfred Morel-Fatio también señaló la existencia de otro hijo del maestre Fadrique llamado Juan, que es mencionado en un privilegio de 1369, y que sin embargo jamás ha sido incluido por otros autores entre sus descendientes.