María Fernández Coronel

En febrero de 1353 muere decapitado, por orden del rey Pedro I, Alfonso Fernández Coronel que se había sublevado contra él en la lucha nobiliaria que se desencadenó al subir este rey al poder.

Años más tarde, en 1357, muere también decapitado Juan de la Cerda, sublevado contra el rey Pedro, perdiendo María Coronel todos sus bienes, confiscados por el rey que no recuperará hasta la venida al trono de Enrique II.

Para librarse de su acoso, se arrojó aceite hirviendo en la cara y pecho.

La fundación tuvo lugar en 1376, en que ella donó para sustento de cuarenta monjas clarisas las posesiones que tenía en Sevilla, Carmona y el Aljarafe.

Enterrada en medio del coro de la iglesia, fue encontrado su cuerpo incorrupto cuando a mediados del siglo XVI efectuaron reformas, y desde entonces se le venera en Sevilla con una piedad popular que nunca ha decrecido.

Retrato de María Fernández Coronel pintado por Joaquín Domínguez Bécquer en 1857. ( Casa consistorial de Sevilla ).