Con su hermano editó el diario furierista La Libertad, y también tomó parte muy activa en la revista quincenal La América, habiendo sustituido (1870) en la dirección de la misma a su hermano, que la fundó en 1857.
[5] En esta revista expuso muchas de sus ideas democráticas, y se mostró partidario del iberismo.
Algunas tienen matiz progresista, como A Lincoln (1865), donde condena la esclavitud, y El obrero (1869).
Así, escribe en "Lincoln": Como su hermano Eduardo cultivó el teatro, y dejó varias obras en colaboración: Doña Urraca (1865), La judía de Toledo (1843), Casada, virgen y mártir (1843), Españoles sobre todo (1844), que fue un gran éxito (el autor tuvo que salir a escena treinta veces en su estreno) y se representó en toda España durante toda esa década, causando gran polémica por su espíritu antiborbónico (trataba sobre las maquinaciones previas a la Guerra de Sucesión Española a comienzos del siglo XVIII); incluso tuvo dos continuaciones[7] y Los tesoros del rey (1850).
Con otros colaboró más ocasionalmente (Gregorio Romero Larrañaga, Antonio García Gutiérrez).