Tiene planta cuadrangular con 4 torreones donde se emplazaban los cañones de mayor calibre.
Hernando, temiendo la inminente revuelta de Castilla y de León contra Carlos V no esperó la aprobación real para levantar la defensa.
Entre 1833 y 1900 se instaló un cementerio junto al adarve septentrional.
Antaño estaba aislado por un foso con puente levadizo y porterna de entrada, todo ello actualmente enterrado, sin que se haya encontrado dónde se hallaba exactamente.
Las escaleras de las otras tres torres están inutilizadas.