Constanza de Portugal (1290-1313)

La reina María de Molina se llevó a la infanta Constanza a Castilla «donde sería criada y educada hasta alcanzar la edad conveniente para el matrimonio».

[5]​Antes de poder celebrar el matrimonio, fue necesario obtener la dispensa papal debido a que Fernando IV de Castilla y Dionisio I eran primos hermanos, ambos nietos del rey Alfonso X.

[4]​ En otoño de 1301, el papa Bonifacio VIII expidió la bula que permitía el matrimonio.

[6]​ En 1307, poco después del nacimiento de su hija primogénita, la infanta Leonor,[7]​ Fernando IV, que se hallaba sitiando la localidad de Tordehumos, donde se había refugiado el magnate rebelde Juan Núñez II de Lara, señor de la Casa de Lara, envió a su esposa la reina Constanza, acompañada por su hija recién nacida, la infanta Leonor, a que solicitase un préstamo a su padre, el rey Dionisio I.

[12]​ Debido a las altas temperaturas que se dieron en el mes de septiembre del año en que falleció el rey, el infante Pedro, hermano del difunto rey, y la reina Constanza, su esposa, decidieron dar sepultura a sus restos en la Mezquita-Catedral de Córdoba.

El cadáver del soberano fue depositado en la capilla mayor del templo catedralicio por disposición de su esposa, y se dispuso que seis capellanes fueran cada noche a rezar ante el sepulcro, al tiempo que en el mes de septiembre se llevaría a cabo el aniversario por la muerte del rey, a perpetuidad.

No obstante, la reina se negó a hacerse cargo de la tutoría del niño rey y les solicitó que hablasen de ello con su hijo, el infante Pedro.

A pesar de los deseos del infante Pedro y de su madre la reina, los partidarios del infante Juan no se avinieron a ningún acuerdo y nombraron tutor al infante Juan, al tiempo que el otro bando nombraba tutores a la reina María de Molina y al infante Pedro.

[15]​ Acabadas las Cortes, cada uno de los dos bandos comenzó a utilizar el sello real para emitir órdenes y privilegios.

Mientras tanto ambos bandos intentaban alcanzar un acuerdo definitivo sobre quién debía ser tutor del rey, interviniendo en las negociaciones los Maestres de las Órdenes de Santiago y Calatrava, así como don Juan Manuel, partidario del infante Juan de Castilla.

Su sepulcro debió ser destruido durante el incendio que sufrió el monasterio en 1810, durante la invasión napoleónica de la Guerra de la Independencia Española, o bien durante la exclaustración y desamortización del monasterio de San Benito el Real, llevada a cabo en 1835.

En la iglesia de San Juan de Sahagún se conserva una lápida de mármol moderna, labrada en el siglo XIX, y colocada en el peldaño que conduce al altar mayor de la iglesia, junto a una lápida similar en la que se hace referencia al infante Sancho Alfónsez, hijo del rey Alfonso VI, en la que fue esculpido el siguiente epitafio:[18]​ El epitafio, traducido al castellano, viene a decir: «Aquí descansa Doña Constanza, esposa del rey Fernando IV.

No obstante, debido a la desamortización de 1835, las obras quedaron paralizadas.

Retrato que representa a Alfonso XI de Castilla