Peal de Becerro

Por su término discurren los ríos Guadalquivir, Guadiana Menor, Guadalentín —incluido el embalse de La Bolera— y Toya.

Se han hallado restos paleolíticos en las cercanías de la pedanía de Toya y en la confluencia del Guadiana Menor y el Guadalquivir, así como numerosos vestigios de época íbera, también en Toya, entre los que destaca una cámara funeraria íbera declarada Monumento Histórico Nacional en 1918.

Por otro lado, el pueblo también posee dos torres: la Mocha y la del Reloj; restos de un antiguo castillo medieval como monumento principal, y están situadas al lado de la iglesia del pueblo.

[2]​ Igualmente se dice que su nombre deriva de que cuando la reina Isabel la Católica visitó el lugar, los aldeanos, a su paso, extendían pieles de becerro.

[3]​ Quienes viven en Peal de Becerro son conocidos como "pealeños/as" o "tugienses".

En estos casos constituye el único sistema agrícola alternativo para evitar la erosión.

[6]​ Como en gran parte de los pueblos españoles, la tradición católica se hace presente en muchas fiestas.

Sin embargo, Peal también cuenta con fiestas locales, normalmente relacionadas con los santos típicos del lugar: