[nota 1] Cerca del final del período Paleolítico Superior, los humanos dejan artefactos y material gráfico en los que se sugieren muestras de homoerotismo.
Los ejemplos incluyen algunas pinturas rupestres y algunos elementos fálicos, entre los cuales se encuentra el doble consolador encontrado en el yacimiento arqueológico Gorge d'Enfer (sudoeste de Francia), que parece haber sido tallado para que dos mujeres lo usen al mismo tiempo.
[2][3] Posibles ejemplos de homoerotismo en el arte europeo mesolítico que incluyen una roca descubierta en Addaura (isla de Sicilia), en el cual mujeres y hombres bailaban alrededor de dos figuras masculinas que mantienen relaciones sexuales.
[2] En un enterramiento de la cultura de la cerámica cordada ―encontrado en un barrio de Praga (en la República Checa)― se sepulta a un hombre con el ajuar habitualmente reservado para mujeres.
Los arqueólogos especulan con que el enterramiento corresponda a un transexual o a alguien del tercer sexo.