En la cara frontal hay una ventana a través de la cual los visitantes pueden ver un vídeo con dos hombres besándose.
[2] Junto al monumento hay un cartel con una inscripción, en alemán e inglés, en la que se puede leer una breve historia de la persecución sufrida por los gays durante el nazismo, por medio del artículo 175 del código penal, y de cómo tras la caída del régimen, siguió vigente el artículo que prohibía la homosexualidad más de dos décadas, hasta que fue reformado en 1969 y completamente derogado en 1973.
Las víctimas homosexuales del Holocausto nazi no fueron reconocidas oficialmente al terminar la guerra en 1945.
Hasta los años 1980 no empezó a hablarse de estas víctimas olvidadas.
La revista feminista EMMA protestó por la exclusión y reclamó que el monumento también debería recordar la persecución de las lesbianas.