Se alistó en el ejército a los 18 años y muy pronto sus cualidades superiores lo hicieron destacar.
Himmler, Heydrich y Göring intentaron alejar a ciertos mandos militares de sus cargos para hacerse con el control del ejército.
Blomberg cayó en desgracia al descubrirse que su nueva esposa había sido una prostituta, cosa ya sabida de antemano por Göring y que aireó cuando le convino para conseguir su objetivo de llegar hasta el alto mando del ejército.
Finalmente las pruebas en su contra fueron dictaminadas como falsas, pero esto no evitó que en un humillante juicio, presidido por Hermann Göring, Fritsch fuera degradado y pasado a retiro.
El periodista e historiador estadounidense William Shirer en su libro Berlin Diary ['Diario de Berlín'] asegura que el general se negó a recibir ayuda médica, dejándose desangrar, probablemente ofendido por las infames acusaciones que Himmler y Göring habían hecho en su contra.