La oposición al régimen creció; cuando Isabel fue enviada a Francia, para negociar un tratado de paz en 1325, se volvió contra Eduardo y rehusó regresar.
[28] El gasto en su casa personal aumentó a medida que Eduardo crecía y, en 1293, William de Blyborough se hizo cargo como su administrador.
[45][46] No participaba en justas, ya sea porque carecía de la aptitud o porque se le había prohibido por su seguridad personal, pero sin duda era partidario del deporte.
[78] Eduardo I movilizó un nuevo ejército, pero decidió que esta vez su hijo estaría formalmente a cargo de la expedición.
[110][111][112] Una teoría más reciente, propuesta por el historiador Pierre Chaplais, sugiere que Eduardo y Gaveston tenían un vínculo de hermandad adoptiva.
[124] Esta disposición era inusual e involucraba poderes sin precedentes delegados a Gaveston, respaldados por un gran sello grabado especialmente para él.
[133] Como parte de la coronación, Eduardo juró defender «las leyes y costumbres legítimos que hayan elegido la comunidad del reino».
[172] Eduardo se retiró a sus propiedades en Windsor y Kings Langley; Gaveston abandonó Inglaterra, posiblemente hacia el norte de Francia o Flandes.
[182] Abandonando muchas de sus pertenencias, los tres huyeron por barco y arribaron en Scarborough, donde Gaveston se quedó mientras Eduardo e Isabel regresaron a York.
[201] Felipe IV dio condiciones indulgentes para resolver los problemas en Gascuña y el evento fue estropeado por un grave incendio en los aposentos de Eduardo.
[211] Roberto I contaba con 5500-6500 soldados, predominantemente lanceros, preparados para evitar que las tropas de Eduardo llegaran a Stirling.
[216] Eduardo logró escapar de los intensos combates y se comprometió a fundar un hogar religioso carmelita en Oxford si sobrevivía.
[216] El historiador Roy Haines describió la derrota como una «calamidad de proporciones deslumbrantes» para los ingleses, cuyas pérdidas en la batalla fueron enormes.
[233] Eduardo emprendió una campaña costosa pero infructuosa para frenar el avance escocés en 1319, pero la hambruna hizo cada vez más difícil mantener sus guarniciones abastecidas de alimentos.
[236] Finalmente fue derrotado en 1318 por el justiciar irlandés Edmund Butler en la batalla de Faughart, en la que Bruce fue asesinado y su cabeza cortada fue enviada al rey inglés.
[243] John fue rápidamente ejecutado, pero sus afirmaciones resonaron con aquellos que criticaban al rey inglés por su constante falta de comportamiento y liderazgo.
[247] La guerra civil finalmente estalló en Inglaterra en 1321,[248] desencadenada por la tensión entre muchos de los barones y los favoritos del rey inglés, la familia Despenser.
[264] Lancaster rehusó ayudar a Bartholomew —quien también era su enemigo personal— y Eduardo rápidamente recuperó el control del sudeste de Inglaterra.
[267] En diciembre, Eduardo condujo su ejército a través del Severn y avanzó hacia las Marcas Galesas, donde las tropas de la oposición se habían reunido.
[274] Muchos de estos supuestos «contrariantes» (Contrariants) rápidamente fueron ejecutados, mientras otros fueron encarcelados o multados, sus tierras confiscadas y sus familiares sobrevivientes detenidas.
[308] Las discusiones resultaron difíciles y llegaron a un acuerdo solo después de que Isabel interviniera personalmente con su hermano Carlos IV.
[317] Isabel se sentía avergonzada por haber huido de los ejércitos escoceses tres veces durante su matrimonio con Eduardo y echó la culpa a Hugh por la última vez en 1322.
[318] Cuando Eduardo negoció la reciente tregua con Roberto I, el rey inglés habían perjudicado gravemente varias familias nobles que poseían tierras en Escocia, como los Beaumont, amigos íntimos de Isabel.
[320] Para febrero de 1326, era claro que Isabel estaba involucrada en una relación con el exiliado marcher lord, Roger Mortimer.
[357] Poco después, una delegación representativa de barones, clérigos y caballeros fue enviada a Kenilworth para hablar con el rey inglés.
[385][386][xvii] Si Eduardo falleció por causas naturales, su muerte pudo haber sido acelerada por la depresión después de su encarcelamiento.
[393] El gobierno de Eduardo III buscó echar la culpa a Mortimer por los problemas recientes y rehabilitó políticamente al fallecido monarca.
[50][435] Eduardo no solo delegó un gobierno rutinario a sus subordinados, sino también decisiones de alto nivel; Pierre Chaplais arguyó que «no era tanto un rey incompetente como un reacio», ya que prefirió reinar a través de un poderoso representante, como Piers Gaveston o Hugh Despenser «el Joven».
[469][xxiv] Eduardo tenía un camello como mascota y, cuando era joven, llevaba un león consigo a la campaña de Escocia.
[506] Más recientemente, el director David Bintley utilizó la obra de Marlowe como base para el ballet Edward II, que se presentó por primera vez en 1995; la música del ballet forma parte de la sinfonía Edward II del compositor John McCabe, producida en 2000.