Enrique III de Inglaterra

El régimen de los barones se derrumbó, Enrique no pudo reformar un gobierno estable y la inestabilidad en Inglaterra continuó.

Inicialmente, Enrique promulgó una dura venganza contra los rebeldes restantes, pero fue convencido por la Iglesia católica para apaciguar sus políticas a través del Dictamen de Kenilworth.

[6]​[i]​ Enrique creció con expresiones ocasionales de un temperamento feroz, pero sobre todo, como lo describe el historiador David Carpenter, tenía una personalidad «amable, tranquila y comprensiva».

[19]​[20]​[6]​ La corona real se había perdido o vendido durante la guerra civil, así que en su lugar la ceremonia usó una corola simple de oro perteneciente a la reina madre Isabel.

[29]​[iv]​ William luego nombró a Des Roches como guardián de Enrique, por lo que ya podía dirigir el esfuerzo militar.

[31]​ La guerra no estaba yendo bien para los leales y el nuevo gobierno de regencia consideró incluso retirarse a Irlanda.

[39]​ En su ausencia, surgieron discusiones entre sus seguidores franceses e ingleses, mientras el cardenal Guala declaró que la guerra de Enrique contra los rebeldes era una cruzada religiosa.

[44]​ Cuando se enteró de que Luis había separado su ejército, William Marshal apostó por derrotar a los rebeldes en una sola batalla.

[57]​[viii]​ Luis abandonó Inglaterra según lo acordado y se unió a la cruzada albigense en el sur de Francia.

[66]​[ix]​ William intentó hacer valer los derechos tradicionales de la Corona para aprobar matrimonios y tutelas, pero con poco éxito.

La recuperación de estos territorios era extremadamente importante para él, ya que utilizó términos como «reclamar su herencia», «restaurar sus derechos» y «defender sus reclamos legales» sobre las tierras en correspondencia diplomática.

[110]​[6]​ Los preparativos del rey inglés para una invasión progresaron lentamente y, cuando finalmente llegó a Bretaña con un ejército en mayo de 1230, la campaña no se desarrolló como esperaba.

[110]​[6]​ Hizo una tregua con Luis IX hasta 1234 y regresó a Inglaterra sin haber logrado nada; el historiador Huw Ridgeway describió la expedición como un «costoso fiasco».

[112]​ Hubert se refugió en la capilla del Merton College, pero Enrique ordenó su arresto y encierro en la Torre de Londres.

[115]​ Enrique no obtuvo una clara ventaja militar y le preocupaba que Luis IX pudiera aprovechar esto para invadir Bretaña, donde la tregua estaba a punto de expirar, mientras él se distraía en su país.

[116]​ El acuerdo final se confirmó en mayo y Enrique fue ampliamente elogiado por su humildad al someterse a una paz un poco embarazosa.

[116]​ Mientras tanto, la tregua con Francia en Bretaña finalmente caducó y su aliado Pedro de Dreux estuvo bajo una nueva presión militar.

[120]​ Se formó un pequeño consejo real, pero su rol estaba mal definido; los nombramientos, el patronazgo y la política eran decididos personalmente por el rey inglés y sus asesores inmediatos, ya no a través de los concilios más grandes que habían marcado sus primeros años.

[181]​ También fue impulsado por el propio interés financiero, ya que los barones se beneficiaron considerablemente de una fuerte comunidad judía en Inglaterra.

[189]​ El evento se consideró particularmente significativo, ya que era la primera acusación de ese tipo refrendada por la Corona.

[200]​[201]​ El contrato de matrimonio fue confirmado en 1235 y Leonor viajó a Inglaterra para encontrarse con Enrique por primera vez.

[275]​ Sicilia había sido controlada por el emperador teutón Federico II, durante muchos años rival del papa Inocencio IV.

[287]​ Ricardo fue elegido en 1256 con la esperanza de ser coronado como emperador del Sacro Imperio, pero continuó desempeñando un rol importante en la política inglesa.

[301]​[302]​ Estas disposiciones crearon un concilio más pequeño de 15 miembros elegidos únicamente por los barones, que luego tenían la autoridad para designar al justiciar, el canciller y el tesorero de Inglaterra, que serían supervisados mediante parlamentos tres veces al año.

[308]​ Montfort abogaba por reformas radicales que impondrían mayores limitaciones a la autoridad y el poder de los principales barones y la Corona; otros, como Hugh Bigod, promovían únicamente cambios moderados, mientras que los barones conservadores, como Clare, expresaban su preocupación por las limitaciones existentes sobre los poderes del rey inglés.

[325]​ No hizo nada significativo para tratar las preocupaciones sobre los barones y el abuso real de las préstamos con los judíos.

[332]​ Montfort avanzó hacia el este con un ejército, mientras Londres se alzó en rebelión, donde ocurrió la masacre de 500 judíos.

[354]​ En algunos lugares, la sublevación ya sin líder se prolongó, con algunos rebeldes reunidos en Kenilworth, que Enrique y Eduardo capturaron después de un largo asedio en 1266.

[367]​ Las finanzas del rey inglés estaban en un estado precario como resultado de la guerra y, cuando Eduardo decidió unirse a las cruzadas en 1268, se hizo patente que eran necesarios nuevos impuestos.

[6]​ La historiografía actual señala las cualidades positivas y negativas de Enrique: el historiador David Carpenter opinó que era un hombre decente, que falló como gobernante por su ingenuidad e incapacidad para producir planes realistas para la reforma, tema que hizo eco Huw Ridgeway, quien también recalcó su incapacidad y falta de experiencia para tratar con su corte, pero también lo considera como, «en esencia, un hombre de paz, amable y misericordioso».

Tierras de Juan I en Francia (c. 1200).
Coronación de Enrique III representada en una miniatura del s. XIII .
Batalla de Lincoln de 1217: se observa la muerte del conde de Perche (a la izquierda). Ilustración de Mateo de París (s. XIII ). [ 32 ]
Batalla de Sandwich de 1217: se observa la captura del buque insignia francés y la ejecución de Eustaquio (a la derecha) y el apoyo de los obispos ingleses (a la izquierda). Ilustración de Mateo de París (s. XIII ). [ 32 ]
Segunda coronación de Enrique III en 1220. Ilustración de Mateo de París (s. XIII ).
El castillo de Bedford y su guarnición ajusticiada en 1224. Ilustración de Mateo de París (s. XIII ).
Enrique III viajando a Bretaña en 1230. Ilustración de Mateo de París (s. XIII ).
Ataviado con sus vestiduras reales en una miniatura de Historia Anglorum por Mateo de París (c. s. XIII ).
Gran salón del castillo de Winchester , construido por Enrique III.
Un penique de cruz larga, mostrando la cabeza del rey inglés.
Enrique III cargando la reliquia de la Santa Sangre hacia Westminster en 1247. Ilustración de Mateo de París (s. XIII ).
Antigua genealogía que muestra a Enrique III (arriba) y sus hijos (de izquierda a derecha) Eduardo , Margarita , Beatriz , Edmundo y Catalina (c. 1300-1308).
Leonor de Provenza (a la izquierda) y Enrique III regresando a Inglaterra desde Poitou en 1243. Ilustración de Mateo de París (s. XIII ).
El elefante del rey inglés, un obsequio de Luis IX de Francia . Ilustración de Mateo de París (s. XIII ).
Miniatura del s. XIV del papa Inocencio IV (a la izquierda) y el rey francés Luis IX en 1248.
Eduardo, hijo mayor de Enrique III. Miniatura iluminada del s. XIV .
Ilustración del s. XIV de Enrique III visitando a Luis IX de Francia.
Mutilación del cadáver de Simón de Montfort después de la batalla de Evesham en 1265. Ilustración del s. XIII .
Efigie de Enrique III en la abadía de Westminster (c. 1272).
La Gran Carta de 1225.