Sarraceno

Las palabras «islam» y «musulmán» no se introdujeron en las lenguas europeas hasta el siglo XVII, utilizándose antes expresiones como «ley de Mahoma», mahometanos, ismaelitas, agarenos, moros, etc.

[6]​ Estos sarracenos localizados en el Hejaz septentrional aparecen como un pueblo con cierta capacidad militar y opuestos al Imperio romano, que los caracteriza como barbaroi (bárbaros).

[7]​ En una praeteritio, los enemigos derrotados por Diocleciano en su campaña del desierto sirio se describen como sarracenos.

En otros informes militares del siglo IV (guerras Romano-Sasánidas) no se mencionan árabes, sino sarracenos involucrados en batallas tanto al lado de los persas como de los romanos en lugares tan lejanos como Mesopotamia.

[7]​ Una crónica bizantina primitiva sobre los sarracenos en el mismo contexto es la escrita por Ioannes Malalas (siglo VI).

Entre ellos estaban no solo los musulmanes de Al-Ándalus o Sicilia, sino poblaciones europeas cuyas peculiares manifestaciones religioso-culturales eran interpretadas como una vuelta al paganismo o una resistencia a la cristianización, como la de Arpitania, en los Alpes.