Eusebio de Cesarea

[4]​ Su nombre está unido a una curiosa creencia sobre una supuesta correspondencia entre Jesucristo y Abgaro (rey de Edesa).

Conoció al presbítero Doroteo en Antioquía y, probablemente, recibió de él instrucción exegética.

En el año 296, estando en Palestina, vio a Constantino I, que visitaba la provincia con Diocleciano.

La acusación de que obtuvo su libertad sacrificando a los dioses paganos parece no tener fundamento.

Sucedió a Agapio, después de 313, aunque no se sabe la fecha exacta.

No obstante, con el inicio de la controversia del arrianismo, toma súbitamente un lugar destacado.

No era un líder nato, ni tampoco un pensador profundo, pero como hombre bastante instruido el autor y famoso Eusebio, cayó en la gracia del emperador, y acabó por sobresalir entre los más de 300 miembros que se reunieron en el Concilio.

La controversia arriana continuó a pesar de la realización del Concilio y Eusebio se mantuvo involucrado en la cuestión.

Eusebio respondió acusando a Eustaquio de seguir las ideas del sabelismo.

Atanasio, previendo el resultado, se dirigió a Constantinopla, donde presentó su causa al emperador.

Con las controversias arrianas, el interés de Eusebio pasó a las cuestiones dogmáticas.

La primera parte (en griego: Chronographia, o sea Anales o cronología) pretende ser un compendio de historia universal, organizada según las diversas naciones, recogiendo las fuentes históricas que Eusebio pesquisó arduamente.

La segunda parte (en griego, Chronikoi kanones, o sea, Cánones cronológicos) intenta establecer sincronismos de los documentos históricos en columnas paralelas.

Las tablas cronológicas de la segunda parte fueron preservadas totalmente en una traducción hecha por San Jerónimo, y las dos partes existen también en una traducción en armenio, aunque su valor es discutible debido a las alteraciones respecto al original que podrían haber sido hechas por los traductores.

El contenido consistía en: Tal como se conserva, la obra se concluyó antes de la muerte de Crispo, en julio del 326, y desde el Libro X que se dedicaba a Paulino de Tiro que murió antes del 325, al final del 323 o en el 324.

Este trabajo es realmente impresionante para la investigación que exigía y debió haberle ocupado por varios años.

Los descubrimientos recientes van revelando la forma responsable, cuidada e inteligente en que las bibliotecas de Cesarea y Jerusalén eran administradas.

Una obra intitulada "Sobre los Nombres de los Lugares en las Sagradas Escrituras" sobrevivió hasta nuestros días.

Del punto de vista dogmático, Eusebio se apoya totalmente en Orígenes.

Dios envió a Cristo al mundo para que este participase de las gracias incluidas en la esencia divina.

Cree que Jesús es una criatura de Dios cuya generación (creación) ocurrió antes del Tiempo.

Este Logos Divino asumió un cuerpo humano sin que su ser fuese en ninguna manera alterado.

[6]​ Ya Focio, en el siglo IX, había definido la Vida de Constantino como un panegírico en cuatro libros (encomiastiké tetrábiblos).

Edición de 1470 de la
Preparación evangélica ,
obra de Nicolas Jenson .