Batalla de Poitiers (732)

Durante la batalla, los francos (cristianos) derrotaron al ejército musulmán y al-Gafiqi resultó muerto.

Según las crónicas de Isidoro Pacense (Incipit Epitome Imperatorum, vel Arabum Ephemerides, atque Hispaniae Chronographia Sub Uno Volumine Collecta) «solus Deus numerum morientium vel pereuntium recognoscat» ("solo Dios conoce el número de muertes").

Es posible que su infantería conjuntada, armada con espadas, lanzas y escudos, presentara una formación del tipo falange.

Sin embargo, esta vez la fe de los musulmanes en su caballería, armada con sus lanzas largas y espadas, que les había dado la victoria en batallas anteriores, no estaba justificada.

En una de las raras ocasiones en las que la infantería medieval resistió cargas de caballería, los disciplinados soldados francos resistieron los asaltos, pese a que, según fuentes árabes, la caballería musulmana consiguió romper varias veces el exterior del cuadro franco.

Esto le pareció al resto del ejército musulmán una retirada en toda regla, y pronto lo fue.

El ejército musulmán se retiró al sur, más allá de los Pirineos.

Sin embargo, a pesar de esta batalla, los musulmanes conservaron Narbona y la Septimania durante otros 27 años.

Gibbon escribió: «Una marcha victoriosa se había extendido mil millas desde el peñón de Gibraltar hasta las orillas del Loira; la repetición de un espacio igual hubiera llevado a los sarracenos a los confines de Polonia y a las Tierras Altas de Escocia; el Rin no era más infranqueable que el Nilo o el Éufrates, y la flota musulmana podría haber navegado sin una batalla naval hasta las bocas del Támesis».

Aun así, dada la importancia que los registros árabes de la época dieron a la muerte de al-Gafiki y a la derrota en la Galia,[cita requerida] y a la consiguiente derrota y destrucción de las bases musulmanas en lo que ahora es Francia, es muy probable que esta batalla tuviera una importancia macrohistórica al frenar la expansión del islam en Occidente.

Antes, los francos habían derrotado ya algunas de estas incursiones sin ánimo expansionista, y las mismas se siguieron produciendo después hasta que Pipino el Breve acabó con los restos del poder musulmán en Francia en 759 y su hijo Carlomagno pasó a combatir en Hispania.

[cita requerida] No obstante, la contemporánea y cristiana Crónica mozárabe refiere que las tropas comandadas por Carlos (varias décadas después apodado "Martel") superaban ampliamente en número a las de Gafiqi.

La Batalla de Poitiers, 732 (en una imagen de 1880)
Se trata de una imagen de la conquista islámica de la península ibérica.
La batalla de Poitiers (en la esquina derecha superior del mapa) representa el final del avance de los ejércitos islámicos en Europa occidental. Los francos expulsarían a los musulmanes al sur de los Pirineos pocos años después.