[1] Sin embargo, la coronación tuvo lugar cuando volvieron de las Cruzadas.
[1] En Tierra Santa, Leonor fue una compañera abnegada y leal, hasta tal punto que, según la leyenda, llegó a salvar la vida de su esposo succionando el veneno de una víbora que había mordido a Eduardo.
De sus quince hijos, sólo seis llegaron a la edad adulta.
La muerte de su quinto hijo y segundo varón, Enrique de seis años, en 1274 en Guilford no fue ni siquiera dolorosa para sus padres, que no asistieron a sus funerales, pese al corto camino que había entre Londres y Guilford.
[c] En su camino de Harby a Westminster, el entristecido monarca ordenó que en cada parada del real cortejo hasta su morada final, se erigiera una cruz conmemorativa, elevándose doce de estas cruces, de las que se conservan tres de ellas.