Historia del Perú entre 1821 y 1842

San Martín consideró necesaria la ayuda militar externa y en pos de ella fue a entrevistarse en Guayaquil con Bolívar.

Luego de la instalación y en la misma fecha, este Congreso ofreció al general San Martín, poderes dictatoriales, que rehusó.

La Suprema Junta de Gobierno organizó una expedición militar contra los españoles que todavía dominaban el sur del Perú.

Cuando a fines de diciembre Alvarado desembarcó en Arica y avanzó sobre Moquegua se encontró con las fuerzas realistas que ocupaban mejores posiciones.

Se temió que las tropas realistas acantonadas en Jauja (sierra central peruana), pasaran a la ofensiva y reconquistaran Lima.

Riva-Agüero no acató tal disposición congresal y se embarcó a Trujillo (norte del Perú) con parte de las autoridades.

En el mes de mayo, continuó su marcha hacia la sierra central, apoyado eficazmente por las montoneras acaudilladas por Marcelino Carreño.

Dispuestos a entablar la batalla definitiva, los realistas ocuparon las faldas del cerro Condorcunca y los patriotas se desplegaron en la Pampa de la Quinua.

La Legión Peruana pudo entonces contener a Valdés, lo que fue un hecho crucial para el resultado final de la batalla.

El Ejecutivo, estaba integrado por un presidente vitalicio con facultad de designar a su sucesor; un vicepresidente y tres ministros.

La oposición al régimen bolivariano se hacía cada día más fuerte e insistente debido, principalmente, a la acción de los liberales.

La Mar había sido elegido diputado por Huaylas, pero se hallaba entonces en Guayaquil, como Jefe Político y Militar de dicha plaza (perteneciente a la Gran Colombia).

Pero sorpresivamente, Luna Pizarro anunció que ese mismo día, 9 de junio, se haría la elección en sesión permanente.

Poco después, Santa Cruz fue nombrado Presidente de Bolivia, hacia donde partió, con previa autorización del gobierno peruano.

En dicho país, Santa Cruz realizaría una gran obra administrativa, aunque continuó intrigando contra el gobierno peruano.

Este hecho fue muy importante para el Perú, pues se eliminaba así un peligroso frente ante la guerra inminente contra la Gran Colombia.

El ambiente tenso fue caldeado aún más por la prensa de ambos países, que se hicieron mutuas provocaciones e injurias.

La marina peruana, al mando del almirante Martín Guise, procedió a bloquear la costa pacífica grancolombiana, en agosto de 1828.

Conforme pasaba el tiempo, la oposición liberal al gobierno se robusteció más y los miembros del Congreso hicieron sentir su protesta.

En su elocuente discurso, Vigil denunció los actos ilegales y las arbitrariedades en que había incurrido el régimen de Gamarra.

La Fuente se vio obligado a huir por las azoteas y halló finalmente cobijo en un buque extranjero anclado en el Callao.

Entonces la Convención Nacional asumió temporalmente el poder ejecutivo y se arrogó la potestad de elegir a un Presidente provisorio.

Los liberales, por su parte, apoyaron la candidatura del general liberteño Luis José de Orbegoso, un militar débil y manejable.

Se esperaba un encuentro definitivo en las cercanías de Jauja, pero fue entonces cuando el oficial bermudista José Rufino Echenique intentó convencer a su jefe Bermúdez para que celebrara un acuerdo pacífico con Orbegoso.

Pero antes de producirse el enfrentamiento, Nieto fue apresado por sus mismos oficiales y entregado a Salaverry, quien lo envió al destierro.

Gamarra, enfurecido con Santa Cruz por su pacto con Orbegoso, se alió con Salaverry, haciendo así un frente común ante la invasión extranjera.

La artillería boliviana puso en fuga a los indígenas auxiliares, y al cabo de dos horas, Gamarra se vio completamente derrotado.

Salaverry inició un movimiento táctico para dominar a Santa Cruz, que consistía en ganar las alturas del Paucarpata, inmejorable posición estratégica.

Se libró la sangrienta batalla de Socabaya, donde, pese a la bravura que desplegaron los peruanos, estos fue totalmente derrotados por los bolivianos.

Salaverry huyó hacia el mar, pero fue interceptado por una patrulla del general Guillermo Miller, quien consiguió su rendición prometiendo interceder por su vida.

Altorrelieve de la Jura de la Independencia en el Hemiciclo del Palacio Legislativo de Perú , obra de Luis Agurto Olaya.
La República Peruana en 1824-1836. En verde claro, zona disputada con la Gran Colombia .
Retrato en óleo de Simón Bolívar (1925) por Daniel Hernández Morillo .
Antonio José de Sucre , Gran Mariscal de Ayacucho.
Capitulación de Ayacucho, óleo de Daniel Hernández Morillo .
La Fortaleza del Real Felipe , conocida también como los Castillos del Callao , fue el último reducto español en Sudamérica.
Armas nacionales del Perú según la ley de 1825.
Grabado que representa una de las sesiones del Congreso de Chuquisaca, que decidió la creación de Bolivia .
Pretendido proyecto de Bolívar de desmembrar territorialmente al Perú y así facilitar su sometimiento al proyecto de la Patria Grande .
José de La Mar , Presidente de la República del Perú (1827-1829). Fue el primer mandatario constitucional del Perú libre ya de toda influencia extranjera.
Zona disputada por la Gran Colombia y el Perú .
Agustín Gamarra , político y militar peruano que fue Presidente del Perú en dos periodos: de 1829 a 1833 y de 1839 a 1841.
Antonio Gutiérrez de la Fuente , gran amigo y aliado de Gamarra, a quien sirvió como vicepresidente y encargado provisorio del gobierno.
José de Larrea y Loredo , ministro del primer gobierno de Gamarra.
José María Pando , el antiguo secretario de estado de España y ministro de Bolívar, colaboró con el primer gobierno de Gamarra.
Francisca Zubiaga y Bernales más conocida como "La Mariscala", esposa de presidente Gamarra.
Vista de la catedral y la plaza principal de Lima. Acuarela de J. Prendergas. Mediados del siglo XIX .
Felipe Salaverry , a los 29 años, se convirtió en el presidente más joven del Perú.
El escritor y político Felipe Pardo y Aliaga , ministro de Salaverry.
Intervención boliviana en Perú de 1835-1836, durante la guerra civil peruana entre Salaverry y Orbegoso.
Plaza de Armas y catedral de Arequipa en un día festivo. Mediados del siglo XIX . Acuarela de J. Prendergast.