Pedro Pablo Bermúdez Ascarza

Luchó a favor de la independencia del Perú y en la guerra contra la Gran Colombia.

Estuvo exiliado en Costa Rica en dos oportunidades y allí se casó con la dama costarricense Rosalía Escalante Nava, perteneciente a una influyente familia de ese país.

Permaneció en los acantonamientos próximos a Lima y se sumó a la presión ejercida sobre el Congreso para obtener la elección del coronel José de la Riva Agüero como presidente de la República.

Se sumó al ejército que Bolívar organizó en el norte del Perú en miras a la campaña final de la independencia sudamericana que se libró en la sierra central y sur del Perú.

Participó luego en la campaña del Alto Perú (1825) y en las operaciones libradas en las montañas de Huanta para someter a los rebeldes iquichanos que aún resistían en nombre del rey de España (1826-1827).

Fue ascendido a coronel, y se le encomendó el Estado Mayor General.

En tal calidad se sumó al Ejército del Norte, que invadió el actual territorio ecuatoriano, durante la guerra contra la Gran Colombia.

Junto con La Mar y ocho esclavos negros fue desterrado a Costa Rica.

[1]​ El día 20 de diciembre de 1833, tras finalizar el período constitucional del presidente Agustín Gamarra, la Convención Nacional procedió a elegir a un presidente provisorio, tras haberse frustrado las elecciones presidenciales convocadas meses atrás.

Orbegoso retornó a Lima apoteósicamente y reasumió el poder, para luego salir con su ejército en persecución de Bermúdez.

Bermúdez iba en desventaja con respecto a su rival, pues no gozaba del apoyo popular; tampoco sus tropas sentían apego hacia él, ya que no se preocupaba por alentarlos ni de satisfacerles en sus necesidades.

Luego de colocar sus armas en pabellones, ambos ejércitos avanzaron hasta encontrarse y se estrecharon en fraterno abrazo.

Bermúdez pasó nuevamente al destierro en Costa Rica, satisfecho con la pensión de 2000 pesos que le concedió el gobierno.

Bermúdez se negó a prestar juramento de obediencia a este nuevo gobierno y colaboró con la revolución encabezada por Ramón Castilla y Domingo Nieto, que reinstauró el orden constitucional en 1844.

Elegido senador por Junín en 1845 ejerció ese cargo hasta su muerte,[2]​[3]​[4]​[5]​[6]​ fue también nombrado prefecto del departamento de La Libertad (1846).

Pedro Bermúdez.
Vista de la catedral y la plaza principal de Lima . Acuarela de J. Prendergas. Mediados del siglo XIX .