Domingo Nieto

Pero allí estalló enseguida la rebelión del teniente coronel Felipe Santiago Salaverry, quien ordenó la prisión de Nieto.

Desembarcó en Huanchaco (norte peruano) y organizó una vez más la defensa de la legalidad.

Su propuesta fue desoída, por lo que se embarcó nuevamente para Chile, muy decepcionado, viviendo un tiempo en Santiago y Valparaíso.

Establecida la Confederación Perú-Boliviana encabezada por Santa Cruz, Nieto se mantuvo fiel a la autoridad legal de Orbegoso, quien en 1837 fue elegido presidente del Estado Nor-Peruano, creación geopolítica que junto con el Estado Sud-Peruano y Bolivia integraba dicha Confederación.

Orbegoso, indeciso al principio, terminó por plegarse a dicha causa.

Pero Orbegoso, Nieto y Vidal rechazaron tal alianza al ver en los chilenos una nueva amenaza contra la independencia nacional.

Los orbegosistas fueron derrotados y Nieto se refugió en el Callao, hasta que de manera voluntaria partió a Guayaquil, optando así por el destierro.

Decidió volver al Perú cuando Santa Cruz, ya derrotado y prófugo, se refugió en Ecuador.

Hecha la paz con los bolivianos, Nieto ofreció su apoyo a la autoridad constitucional representada por el general Juan Francisco de Vidal, en contra del pronunciamiento ilegal del general Juan Crisóstomo Torrico.

Fue enviado al destierro, rumbo a Chile, pero interrumpió la travesía y desembarcó en Arica.

Dominó todo el sur del Perú, con excepción de Arequipa, inquebrantable en su vivanquismo.

Tuvo sin embargo tiempo para redactar dos proclamas, una dirigida a la Nación y otra al Ejército.

El episodio del combate singular de Nieto con el lancero venezolano José María Camacaro es fidedignamente histórico aunque parezca ya legendario: Según lo indicado por el historiador Carlos Dellepiane, al ver a su jefe muerto los soldados grancolombianos del escuadrón "Cedeño" no aceptaron la derrota de su jefe y atacaron a los "Húsares de Junín", pero estos lograron derrotarlos y acuchillaron a casi todos sus efectivos reduciéndolo a 6 o 7 hombres aproximadamente, consiguiendo los "Húsares de Junín", con su acción, impedir que las armas de la Gran Colombia obtengan una victoria total sobre las armas peruanas.

Firma de Domingo Nieto y su mujer María Solís.
Domingo Nieto, siempre respetuoso de la autoridad legalmente constituida, apoyó al presidente Luis José de Orbegoso , pero se opuso a su alianza con el presidente de Bolivia Andrés de Santa Cruz y a su plan de dividir el Perú para constituir una Confederación con dicho país.
Domingo Nieto (Presidente de la Suprema Junta de Gobierno del Perú).
Sus Restos descansan en el Panteón de los Próceres en Lima.