Batalla de Agua Santa

Desde la invasión boliviana las ambiciones de los caudillos se habían agitado y acabaron desembocando en una guerra civil.

Los golpistas justificaron su proceder aduciendo que tanto el presidente Menéndez como su primer vicepresidente, Justo Figuerola, estaban bajo influjo de Torrico.

Vidal juró desempeñar la presidencia el 12 de agosto, pero el verdadero conductor del alzamiento era el general La Fuente.

Iniciada la acción, Nieto inició el ataque, primero con sus cazadores y luego con un batallón y dos escuadrones, pero estos tuvieron que replegarse con algún desorden, contribuyendo a que perdieran su alineación por las malas condiciones del terreno.

"Llamaré a un sargento", fue la respuesta de Nieto; espoleado su amor propio, Del Castillo atacó y fue tan efectiva su actuación que logró lo que parecía imposible: la derrota del ala derecha de Torrico.

Generosamente, Vidal no hizo prisioneros y a los jefes derrotados los dejó en libertad para permanecer en el ejército o retirarse.