Justo Figuerola

[2]​ Retornó a Lambayeque, habiendo constancia que en 1801 fue capitán de las milicias locales.

Sin embargo, dicho congreso se quedó en juntas preparatorias pues un grupo mayoritario de dichos diputados, entre quienes estaba Figuerola, decidieron no asumir sus funciones y solicitaron a Bolívar que convocara el Congreso el año siguiente.

[10]​[11]​[12]​[13]​ Fue luego diputado por la entonces provincia liberteña de Lambayeque en 1829,[14]​ 1831[15]​ y 1832[16]​ durante el primer gobierno del Mariscal Agustín Gamarra.

También fue ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, durante el gobierno interino del vicepresidente Manuel Salazar y Baquíjano, que reemplazaba al presidente José de la Mar ausente por la guerra contra la Gran Colombia (1828-1829).

Tras la muerte del presidente Gamarra en la batalla de Ingavi, se desató la anarquía, y a Figuerola, que andaba ya agobiado por los achaques de la ancianidad, le correspondió hacerse cargo del Poder Ejecutivo en dos oportunidades.

Figuerola, que se hallaba ya acostado, siendo recién las seis de la tarde, ordenó a su hija política que arrojara por el balcón la banda presidencial, queriendo así demostrar su desprendimiento y a la vez para que lo dejaran tranquilo; el gentío cogió alborozado la insignia y se la llevó a Vivanco.

Así lo relata Ricardo Palma en una de sus tradiciones peruanas («Tirar la banda por el balcón»).

[2]​ Una versión más confiable, la del memorialista Santiago Távara Andrade, recoge el mismo hecho, pero variando en que fue un mensajero, en altas horas de la noche, quien dando furiosos golpes en la puerta despertó a Figuerola para avisarle que en Palacio había revolución; el anciano, enojado, no quiso levantarse de la cama y ordenó a su hija que arrojara la banda por la ventana; no se menciona a ninguna multitud en las afueras de su casa.

[24]​ El escritor Carlos Camino Calderón aludió también a dicho episodio en su novela "El daño".

[25]​[26]​ Finalmente, transfirió el gobierno a Manuel Menéndez, por ser este el legítimo sucesor de Gamarra, restaurándose así la constitucionalidad.

Justo Figuerola, como presidente interino.