Juan Francisco de Vidal La Hoz

Viajó con la escuadra a Valparaíso (Chile), para regresar luego con el segundo crucero en septiembre de 1819.

Los realistas le hicieron una serie de ofrecimientos para sumarlo a sus filas, pero él se negó, por lo que fue perseguido.

Cuando Bolívar unificó el país bajo su mando, se presentó ante él en Lima y solicitó que se le confiara las guerrillas en las vecindades de La Oroya, para hostilizar a los realistas.

Viajó luego a Bolivia, con pliegos para el general Antonio José de Sucre.

Acompañó luego al presidente José de La Mar en la campaña contra la Gran Colombia.

Restablecida la paz con Colombia, asumió el comando del Batallón Callao acantonado en Lima.

Elegido diputado por Lima en 1833, se incorporó a la Convención Nacional (asamblea constituyente).

Resultó herido en el combate, debiendo retirarse a Huaylas, donde se enteró del viaje de Orbegoso al extranjero.

Tras la derrota y muerte en Ingavi del presidente Gamarra, estalló la anarquía en el Perú.

Le acompañaron como colaboradores Benito Laso, Antonio Gutiérrez de la Fuente y Francisco Javier Mariátegui.

Hizo cuanto estuvo a su alcance por remediar los males de la administración pública.

Logró que disminuyera la deuda contraída por el estado y que gravara sobre las aduanas; también merece citarse su esfuerzo por mejorar la educación de la juventud; él fue quien llevó al colegio de San Fernando a Cayetano Heredia, y al de San Carlos a Bartolomé Herrera, pero la anarquía política vino a frustrar sus planes.

Figuerola aceptó y al día siguiente se presentó en palacio, en donde Vidal le hizo entrega de la banda presidencial.

Desterrado a Chile, poco después volvió al Perú para sumarse al movimiento constitucional iniciado por los generales Domingo Nieto, Manuel de Mendiburu y Ramón Castilla, siendo nombrado prefecto del Cuzco (1844).

El Distrito de Supe , lleva su imagen en su escudo.