Estudió en el Seminario de Santo Toribio, en donde también laboró como profesor.
Años después dio algunas facilidades a la expedición patriota que arribó bajo el comandó del general Juan Antonio Álvarez de Arenales, en noviembre de 1820.
Como diputado por la provincia de Huaylas, que entonces formaba parte del departamento de Junín, fue uno de los sesenta y cinco diputados electos en 1825 por la Corte Suprema y convocados para aprobar la Constitución Vitalicia del dictador Simón Bolívar.
Sin embargo, a pesar de que dicho congreso estuvo convocado, el mismo decidió no asumir ningún tipo de atribuciones y no llegó a entrar en funciones.
Con su par colombiano, el señor Pedro Gual, se reunió en Guayaquil y suscribió un tratado de amistad y límites, más conocido como el Tratado Larrea-Gual (22 de septiembre de 1829) en el que se respetaron los derechos del Perú sobre los territorios de Tumbes, Jaén y Maynas.
Solo después los ecuatorianos empezarían a reclamar territorios legítimamente peruanos.