José Faustino Sánchez Carrión

Tuvo una decisiva actuación en el establecimiento del sistema de gobierno republicano en el Perú.

Junto con Javier Mariátegui y Manuel Pérez de Tudela fundó la revista La Abeja Republicana.

Fue Secretario o Ministro General de Bolívar, a quien acompañó a lo largo de su campaña victoriosa en suelo peruano, gestionando los recursos necesarios para el Ejército Unido Libertador, que venció en Junín y Ayacucho.

Simultáneamente se dedicó a la labor docente y encontró en la cátedra un nuevo estímulo para su vocación oratoria.

Luego editó por su cuenta el bisemanario "El Tribuno de la República Peruana", apelativo que desde entonces asumió para sí.

En otro aspecto, se opuso al nombramiento de la Suprema Junta Gubernativa del Perú, cuerpo colegiado integrado por miembros del Congreso y al cual se le encomendó el poder ejecutivo.

Y mientras el Libertador iba al norte peruano a organizar la campaña final contra los realistas, Sánchez Carrión se encargó de hacer una intensa campaña periodística en Lima, que sin duda influyó para que muchos se sumaran a la causa patriota.

En una carta a Francisco de Paula Santander, Bolívar escribió lo siguiente sobre el ilustre tribuno peruano: “El señor Carrión tiene talento, probidad y un patriotismo sin límites”.

En este sentido compartió plenamente con Bolívar el ideario de la unidad hispanoamericana, que por el momento no se concretó.

El Perú de principios del siglo XIX era una sociedad clasista, sometido bajo un régimen político absolutista.

El liberalismo del joven Sánchez Carrión llegó a ser conocido por todos, inclusive por el propio virrey Fernando de Abascal, motivo por el cual el gobernante prohibió que en lo sucesivo se le encomendaran discursos o conferencias, pues su palabra era una constante invitación a la libertad.

Esa asamblea sería una confederación que sirviese de consejo a los grandes conflictos.

Para cristalizar este proyecto Bolívar y Sánchez Carrión invitaron a los gobiernos de México, Perú, Chile, Guatemala y Buenos Aires, teniendo como sede a la Gran Colombia.

El ideal bolivariano de la unidad hispanoamericana, que compartió Sánchez Carrión, no se pudo concretar entonces, pero que tiempo después ha venido cristalizándose en el Pacto Andino, el Acuerdo de Cartagena, el convenio Andrés Bello para la Ciencia de la Educación y la Cultura; Hipólito Unanue para la salud; Simón Rodríguez para la tecnología, y otras más.

Portada del primer número de La Abeja Republicana .
Sus restos reposan en el Panteón de los Próceres en Lima.
Busto de Sánchez Carrión en el Panteón de los Próceres en Lima.