Uno de sus hermanos fue Ignacio Mariátegui y Tellería, que fue marino en la armada peruana.
Luego realizó sus prácticas forenses en los estudios de José Ramón del Valle y Manuel Villarán.
[3] La actuación de estos patriotas en Lima fue vital para el curso de la lucha independentista americana, pues su labor conspiradora y propagandística permitió, entre otros méritos, que el batallón realista Numancia se pasara al bando patriota.
Logró su propósito y fue así como se puso fin a la influencia bolivariana en el Perú.
[1] En 1832, ya bajo el primer gobierno de Agustín Gamarra, fue enviado al Ecuador como ministro plenipotenciario, siendo designado árbitro del pleito limítrofe entre dicha nación y Colombia.
Formó parte de la comisión parlamentaria del primer código civil del Perú, junto con otros ilustres juristas como Manuel Pérez de Tudela, Mariano Carrera, Manuel López Lissón, José Luis Gómez Sánchez y José Cirilo Julio Rospigliosi.
Sus discursos delinearon el debate ideológico cuyo resultado fue la Constitución Liberal de 1856.
[21] Posteriormente fundó La América, periódico que se editó de 1862 a 1865.
Luis Alberto Sánchez advierte que Mariátegui, a lo largo de su vida, cumplió fielmente sus deberes masónicos.
[24] Cuando falleció se produjo un inevitable incidente con las autoridades eclesiásticas a propósito de su sepelio.
Para sellar su tumba fue necesario contratar a un albañil ante la ausencia de sepultureros.
[28] Se casó en 1847 con Juana Nepomucena Palacio y Salas con quien tuvo los siguientes hijos: