Los patriotas avanzaron hasta el Alto Perú, y tras ganar la batalla de Zepita, emprendieron una desordenada retirada hacia la costa, culminando así, esta expedición igualmente en fracaso.
Se hallaba La Mar todavía en plena negociaciones con los colombianos, cuando fue derrocado por el general Agustín Gamarra y desterrado a Costa Rica, en junio de 1829.
Aunque las luchas personales continuaron en las décadas siguientes, la habilidad política de Castilla logró que disminuyeran los brotes conspirativos y las guerras civiles.
Lo sucedió el primer vicepresidente, general Juan Antonio Pezet, quien debió enfrentar un conflicto con España motivado por la presencia hostil de la Escuadra Española del Pacífico en las costas sudamericanas.
Varios candidatos se presentaron, pero entre todos destacó la figura de Manuel Pardo y Lavalle, líder del recién fundado Partido Civil, el primer partido propiamente dicho fundado en el Perú como respuesta al predominio militar en la política peruana y que agrupaba a profesionales liberales, comerciantes, empresarios, hacendados, que conformaban la naciente burguesía nacional.
Pese a las medidas que tomó para contrarrestar la grave crisis económica (entre ellas la nacionalización de la riqueza salitrera), no tuvo éxito.
Chile, con su característica perfidia, esperó el momento adecuado para atacar al Perú, es decir cuando este se hallaba en plena bancarrota y prácticamente desarmado.
Por su parte, los chilenos, bajo el mando del general Baquedano, desembarcaron en Pisco y Chilca; luego acamparon en Lurín, al sur de la capital peruana.
Este presidente resistió las presiones de los chilenos para firmar una paz con cesión territorial, por lo que fue apresado y enviado a Chile.
Aunque fue este un período de relativa calma, en realidad el país no conoció la reactivación económica ni la paz política sino hasta 1895.
Borgoño allanó el camino para la vuelta al poder del general Cáceres y convocó a unas elecciones que fueron muy cuestionadas.
Ya finalizando su mandato, Piérola intentó mantener la coalición política que lo había apoyado y planteo una convención civil-demócrata para presentar una fórmula común en el proceso electoral.
El primer gobierno de José Pardo (1904-1908) apoyó firme y eficazmente a la educación pública, fomentó la cultura e inició la legislación social.
Ese mismo día se instaló el Congreso Constituyente cuya misión primordial sería dar una nueva Constitución al país.
Consultado el Congreso, este decidió que Benavides extendiera su mandato por tres años más, hasta 1939, y por añadidura le cedió la facultad de legislar.
Logró superar la crisis económica, mejoró notablemente el aspecto financiero, especialmente en lo relacionado con la banca y la captación de impuestos, aplicándose algunos proyectos que había dejado la misión Kemmerer en 1931.
Se suprimieron las garantías individuales, consagrada indefinidamente con una arbitraria Ley de Seguridad Interna, dirigida con especial dureza contra el APRA.
Insólitamente para algunos, el pacto se realizó entre los dos enemigos acérrimos, Haya y Odría, acordándose que este último asumiría la presidencia de la república.
La IPC se obligaba a comprar todo el petróleo que la EPF le quisiera vender, para procesarla en su refinería de Talara.
Sin embargo, la opinión pública cambió cuando un sector de la prensa (la revista Oiga) dio a conocer las condiciones que había impuesto la IPC para la firma del Acta.
Ante estos hechos, Ayacucho fue declarada en estado de emergencia: se suspendieron las garantías constitucionales y el Ejército ejerce una brutal represión contrasubversiva.
Horas más tarde, los 124 senderistas atrincherados yacían muertos junto a 176 presos comunes en las distintas cárceles, lo que ocasionó un despliegue de violencia en todo el país.
No obstante, surgió la figura del ingeniero agrónomo y exrector de la Universidad Agraria, Alberto Fujimori, hasta entonces desconocido en política, quien encabezó un improvisado partido llamado «Cambio 90», que ganó las elecciones.
En 1998, Fujimori destituyó a todos los miembros del tribunal constitucional y aprobó la ley de interpretación auténtica para poder participar en nuevas elecciones.
Parte de la bonanza en las exportaciones peruanas se debió al contexto internacional neo extractivo creado por esa política, que abrió amplios y nuevos mercados.
Por otra parte, a García se le abrieron varias investigaciones por corrupción, pero ninguna porcedió ya que jueces apristas lo blindaron en los casos de cuentas en paraísos fiscales.
Pero, Humala resultó ganador, ya que se esforzó en demostrar sus distanciamiento del chavismo al modificar completamente su plan de gobierno.
Ante ello, Vizcarra, propuso que se convoque a un referéndum para reformar la Constitución actual, siendo aprobadas las tres normas, menos la bicameralidad del Parlamento.
Al día siguiente, jura a su nuevo Gabinete Ministerial que estaba conformado por el ex legislador, Antero Flores Araoz.
Se destacó inicialmente por el conflicto de los dos candidatos, Keiko Fujimori y Pedro Castillo, que conllevó una crisis electoral en ese año.