José María Córdova

Fue apodado como El Héroe de Ayacucho por su desempeño en esa batalla decisiva.

Fue en ese lugar donde su familia se había mudado 10 años antes al ser nombrado.

Durante la carga una bala penetró su gorra derribándolo al suelo donde quedó inconsciente por un breve rato la cual resultaría en que el reporte dado por el General Cabal al congreso federal mencionaría "la muerte del ayudante Córdova".

[3]​ Córdova hasta entonces subteniente fue ascendido en el mismo campo de batalla a teniente efectivo.

[7]​ Serviez y el Ejército de la Unión se retiraron hacia Santafé para así tomar el camino por Cáqueza para llegar a los Llanos donde esperaban reunirse con las fuerzas del general Rafael Urdaneta quien tenía unos 400 jinetes en la zona.

[9]​ Córdova luchó en Venezuela a órdenes de José Antonio Páez; participó en la batalla del Bajo Apure, planeada por Páez para apoderarse de la caballería del ejército realista.

Córdova, que estimaba a Serviez, intentó fugarse del campamento, pero fue arrestado y acusado de deserción.

Córdova fue perdonado y obligado a incorporarse de nuevo al ejército.

De inmediato despachó en su persecución al general José Antonio Anzoátegui y al teniente coronel José María Córdova con alguna infantería y varios escuadrones de caballería.

Llegaron a Honda el viernes 13 de agosto y allí les informaron que Sámano y su séquito se habían embarcado el martes anterior rumbo a Cartagena.

[…] Los oficiales, chupa azul con cuello, bota y vuelta colorada, calzón blanco ajustado, bota por encima del calzón, gorra fina como la del soldado, gorro azul de bomba, todo con cabos amarillos.

[12]​ Varios dibujos contemporáneos que reposan en el Archivo Nacional muestran a los soldados llevando alpargatas, por ser un calzado tan económico como práctico para cruzar arroyos y lodazales.

Córdova comandó el batallón Alto Magdalena que al comienzo de la batalla intentó flanquear la derecha del enemigo, pero debido al fuerte fuego que recibieron y al terreno favorable que los realistas ocupaban, se vieron obligados a abandonar este intento y se retiraron de nuevo a la línea principal y fueron colocados en la reserva.

Al llegar ahí observo que los realistas cedian poco a poco ante el empuje del batallón Albion, y en ese momento decidió cargarlos a la bayoneta lo cual menciona en su parte sobre la batalla al vicepresidente Santander donde dijo lo siguiente ....observando yo el combate obstinado y que nuestros cuerpos retrocedían, volé con mi columna a hacer una reserva, así fue que cuando ya el enemigo coronaba la altura y sólo sostenían el fuego dos compañías del Albión, parte de Paya y soldados dispersos de los demás cuerpos, ya yo había formado y aguardaba órdenes de cargar; se me dio cargue; hice huir al enemigo (soy muy ingenuo este ya estaba muy fatigado y casi desfallecido); sobre la marcha reuní soldados de todos los cuerpos, bajé hasta la ciudad y algunos restos del enemigo ocuparon el Panecillo.

[24]​ Con la valiente carga de Cordova y batallón Alto Magdalena, más unidades entraron en acción para ayudarlo, el Yaguachi con una compañía se unió al ataque por la izquierda y los Cazadores del Paya por la derecha logrando romper la línea española.

Aymerich se rindió poco después y Quito cayó bajo control republicano.

Al día siguiente, Córdova también pudo hacer que el batallón Cataluña se rindiera, ya que habían marchado hacia el sur desde Pasto para ayudar a Aymerich y no eran conscientes de su derrota.

Participó en la campaña de Pasto contra el General Realista pastuso Agustín Agualongo.

La división de Córdova se colocó en el flanco derecho del esfuerzo republicano.

Cuando ocurrió la Batalla de Ayacucho, el Ejército Real del Perú superaba en número al Ejército Unido Libertador del Perú y también contaba con 11 piezas de artillería en comparación con la pieza singular que tenían los republicanos.

[25]​ Sin embargo, esto fue rechazado, por lo que los españoles y sus opuestos republicanos se abrazaron momentáneamente como una señal de respeto entre las dos partes.

Minutos después, una vez más Monet descendió de su posición y anunció que “La batalla va a comenzar”.

A las 10 a. m., la batalla comenzó con las fuerzas realistas desplegando su flanco derecho y atacando exitosamente a la división peruana del general José de la Mar, así como la 1.ª división colombiana del General Sucre, que se colocaron en el centro y el flanco izquierdo del esfuerzo republicano.

[27]​ La banda de guerra del Batallón Voltigeros comenzó a tocar el bambuco nacional La Guaneña , cuando la 2.ª división se lanzó al ataque, las tropas colombianas avanzaron gritando “Viva la Libertad" y “Viva El Liberatdor”.

[28]​ Las tropas colombianas se enfrentan primero con el batallón Burgos, que todavía no estaba en orden, derrotándolos por completo.

Con este ataque de la división de Córdova derrota por completo a la División Monet, cuyo propio comandante más tarde perdería su vida en la batalla junto con tres líderes del cuerpo.

Se le veía a toda hora llevando un fuete en la mano y un blanco sombrero de jipijapa.

Para confirmar su aserto, la señora Moreno de Ángel cita el testimonio de la familia del cónsul inglés James Henderson, aportado por el diplomático estadounidense Rensselaer van Rensselaer.

Como homenaje a sus ejecutorias y en su memoria, en Córdoba departamento situado en la Región Caribe que lleva su nombre.

También la institución educativa más antigua de la ciudad de Rionegro lleva su nombre, anteriormente Liceo departamental José María Córdova, ahora institución educativa José María Córdova, así como los municipios de Córdoba en el Quindío, Córdoba en Nariño y Córdoba en el Bolívar rinden homenaje a su nombre.

Partida de bautismo de José María Córdova.
La Batalla del río Palo por José María Espinosa
Estatua de José María Córdova, ubicada en Medellín , Colombia .
Busto en el "Templo de la Patria" en Quito , Ecuador .
Córdova en la Batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824, óleo de Francisco Antonio Cano
Homenaje de Ricardo Rendón a José María Córdova en el centenario de su fallecimiento.
Moneda de 10 pesos "Estatua por Rodrigo Arenas Betancourt"
Monumento a José María Córdova en su pueblo natal, donde se lee Cordoba .