Puente del Común
[1] Operó como único puente para vehículos motorizados hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX.Bajo el mandato del rey Carlos IV, Ezpeleta encomendó la construcción del puente al ingeniero Domingo Esquiaqui el 22 de agosto de 1790,[2] por ser, según el virrey, «el único sujeto inteligente y capaz de hacerlo según las reglas del arte»,[3] sobre planos hechos por Francisco Davila de la expedición botánica.[4] Financiado con el producto de un cuantioso impuesto[3] que duró muchos años, pagado por los transportadores que venían con productos agrícolas de los pueblos del norte y por viajeros hacia Zipaquirá, Tunja, Vélez, Socorro, San Gil, Girón, Sogamoso y Los Llanos.Un arco mayor enmarca la luz central y las luces laterales se desarrollan en arcos cada vez más pequeños hacia los estribos.Para describir esta obra de la Colonia, Ibáñez decía a José Manuel Marroquín: