Los realistas también se habían ocupado las posiciones estratégicas en la zona previo al comienzo de la batalla.
Los patriotas establecieron un hospital militar en Tasco para atender los más de 500 soldados que se encontraban enfermos y heridos.
No obstante, con el apoyo de la población local y algunas guerrillas patriotas, Bolívar restablece su ejército con campesinos boyacenses.
[10] Durante los siguientes días en un esfuerzo por tomar las poblaciones aledañas para luego capturar a Sogamoso, el ejército libertador enfrentó a las tropas de la III división del ejército realista del coronel José María Barreiro en los combates de Corrales, Gámeza, y Molinos de Tópaga el 10 y el 11 julio.
Siguiendo su marcha, las tropas del Primero del Rey llegaron al lugar que se conoce como la Cruz de Murcia donde se encontraron con la avanzada de los 40 infantes que había mandado Bolívar previamente.
[15] Ya ahí las tropas del rey empezaron a organizarse para la defensa de esta posición.
Con estos refuerzos los Patriotas por medio de una carga a la bayoneta casi recuperan la posición, es en esta carga donde más luce la Legión Británica pero donde también acabaría herido de gravedad el coronel Rooke.
Estos refuerzos logran restablecer el equilibrio en las líneas realistas y rechazan nuevamente a las tropas patriotas, es tan formidable la acometída que los patriotas pierden buena parte del terreno conquistado.
[20] Barreiro otra vez reordena sus tropas y lanza un contraataque que esta vez tiene éxito, cerca de las 5:00 de la tarde el fruto esta acción empieza a darse; los patriotas empiezan a retroceder desordenadamente.
[22][19] Viendo la situación tan angustiante por la posibilidad de que la caballería realista envolviera a los republicanos, Bolívar desde su posición en el cerro de Bolívar se mostraba angustiante, cuenta la tradición que sin saber qué hacer dijo "se nos vino a la caballería y se perdió la batalla" lo cual el teniente coronel Juan José Rondón comandante del escuadrón de lanceros de Llano Arriba, quien Bolívar tenía como reserva, le dijo el libertador "cómo se va a perder si ni yo ni mis inminentes hemos peleado, déjenos hacer una entrada."
Bolívar desconcentrado le contestó "haga lo que pueda salve pues usted la patria coronel" así ordenando a Rondón atacar con su caballería, sus jinetes estaban montados en caballos frescos recién llegados de la hacienda de la familia Niño.
[23][20] Durante la contienda uno de los 14 lanceros del llano arriba, el sargento segundo José Inocencio Chincá, se vio embestido en una larga y ardua lucha con un jinete de la caballería realista, el capitán Ramón Bedoya.
Los dos se midieron en una intensa lucha en la cual Bedoya logró herir gravemente al sargento Chincá.
[24] Mientras sucedia esto la infantería realista es arrollada por las tropas a órdenes de Santander y Anzoátegui.
[28] El sargento segundo Inocencio Chincá también murió de sus heridas unos días después del combat, siendo enterrado en Tibasosa donde sus restos se reposan hasta hoy en día.
[29] Por otro lado, el ejército libertador no se encontraba en condiciones para continuar operaciones debido a las bajas sufridas en el combate, llevando a que el libertador decretara el 28 de julio la ley marcial en la Provincia dónde establecía que los hombres de la edad de 15 años hasta la de 40 años se presentarán ante las autoridades parroquiales o los oficiales militares más cercanos para ser incorporados dentro del ejército.
Aunque al final el Ejército Libertador pudo obtener la victoria, desde la vista tática no fue una acción decisiva.
[31][32] Debido a que ninguno de los dos contendores quebrantó en forma absoluta la resistencia al contrario, no obstante que ambos proclamaron en sus partes fechados sobre el mismo, campo, el triunfo de sus armas.
En un estudio preliminar se localizó una fosa común en el llano de Barital con al menos 600 muertos.