El autor de la composición elegida sería retribuido por el público y el gobierno con la gratitud nacional.Este último, al no encontrar entre las siete obras escuchadas una marcha de su gusto, resolvió adoptar, provisoriamente y de facto, la presentada en último término por el compositor afroperuano José Bernardo Alcedo, cuya melodía e impulso dinámico recibieron sin duda un calor expositivo convincente a través de la segunda audición, animada por el fervor patriótico del autor.en sus costas se oyó, la indolencia de esclavo sacude, Diversas publicaciones del himno fueron operando sutiles modificaciones en la letra y la música, que es restaurada y nuevamente arreglada por Claudio Rebagliati en 1869, a pedido de Alcedo.El jurado, compuesto por Ricardo Palma, Guillermo Seoane y Andrés Aramburú Sarrio, determinó que el coro debía de mantenerse fiel al original y de las veinte propuestas presentadas ganó la del poeta José Santos Chocano, cuyas estrofas con el mismo coro llegaron a cantarse en las escuelas públicas y se publicaron en los cancioneros populares, pero el galardón nunca fue oficializado por ningún documento oficial.[1][4][5] En 1954, a petición de Raúl Porras Barrenechea, Chabuca Granda compuso un reemplazo para la primera estrofa del himno, sin embargo, la misma no se difundió.[2] Durante el gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado se intentó modificar el segundo y tercer párrafo.Desde esa fecha se ha ido extendiendo la interpretación de la última estrofa a todos los sectores del país.Sin embargo, es popular la posición con la mano derecha sobre el pecho, a la altura del corazón —probablemente de influencia extranjera—.