Al igual que otras lenguas minoritarias usadas en el Perú, actualmente está reconocida por el Estado mediante la Ley 29535,[1] ya debidamente reglamentada.
[7] Eso implica que en el Perú ha habido lengua de señas desde siempre, aunque no haya registro.
A partir de allí, los esfuerzos por crear una organización de personas sordas se hacen más visibles, y son precisamente esos estudiantes quienes luego serían los primeros líderes sordos.
[9] También se dio lugar a comenzar diferentes estudios tanto gramaticales como antropológicos acerca de la comunidad sorda peruana y su lengua.
Esta mesa descontinuó su trabajo en el año 2003 debido a que la Asociación de Sordos Del Perú cerró su local ubicado en San Isidro.
[15] En la PUCP se han iniciado diferentes estudios sobre la naturaleza lingüística de la LSP.
[19] Se ha investigado también la forma cómo la LSP permite la creación de nombres propios en señas.
[23] Se ha estudiando también la concordancia verbal,[24] el funcionamiento de los pronombres[25] y la estructura argumental.
[32] Puede apreciarse esa diferencia, por ejemplo, en los esfuerzos por traducir a LSP el Himno Nacional, lo que demanda no solo una comprensión del texto castellano sino también un trabajo reflexivo en la propia LSP, como ocurre al traducir cualquier otra lengua.