Conservadurismo en el Perú

[18]​ No obstante, este sistema social fue desligándose en sectores religiosos, cuyas organizaciones mostraron apoyo al espectro izquierdo y estuvieron alejados de esa concepción ideológica;[19]​ este sector es minoritario en comparación con la fuerte influencia de la derecha en los evangélicos del país.

[38]​[39]​ Sin embargo, analistas como Martín Tanaka observan que la capital del país ha albergado notablemente el conservadurismo como su sistema de creencias.

[58]​ El más grande defensor del monarquismo fue José Ignacio Moreno, quien destacó, además, por acoger las críticas al liberalismo de los contrarrevolucionarios franceses y adaptarlas a la realidad hispanoamericana.

Luego de la independencia del Perú, cuando se permitió que empresarios con grandes terrenos y comerciantes ricos cooperaran entre ellos para luchar contra el Imperio español, los aristócratas obtuvieron un mayor poder y lideraron una oligarquía encabezada por los caudillos que defendían las haciendas feudales existentes.

A la par con la vigencia tradicionalista de la época, la Iglesia católica mantuvo el legado ideológico del providencialismo post-virreinato[78]​ y que permaneció su rol conciliador ante eventuales confrontaciones políticas.

[90]​ Se opuso también a la teoría del contrato social, cuando Herrera afirmó que la idea era «el germen de la revolución, los crímenes y la esclavitud inevitable».

[100]​ Los escritos de Manuel González Prada, una figura criada bajo educación religiosa,[101]​ inspiraron en gran medida la reforma nacionalista en Perú tras la Guerra del Pacífico.

Este político fundador llegó a ser presidente en 1963 y sostuvo una doctrina bajo el título La conquista del Perú por los peruanos, que promovía la explotación de los recursos de la selva amazónica y otras zonas periféricas del Perú a través de la conquista,[121]​ afirmando «solo volviendo la mirada hacia el interior y conquistando nuestras tierras vírgenes como en su día hizo Estados Unidos, Sudamérica alcanzará por fin un verdadero desarrollo».

[143]​ En este fenómeno surgieron figuras más importantes como Juan Luis Cipriani,[144]​[145]​ quien se opuso a la presencia de organizaciones progresistas.

[44]​[138]​ Tanto Fujimori como Guzmán (conocido por su pensamiento Gonzalo, cuya ideología contrasta al neoliberalismo), fueron figuras importantes en esa década.

[175]​ El escritor Tomás Gutiérrez señaló que el sector protestante impulsó al candidato presidencial con bases que se asemejan a una «posición fundamentalista»,[176]​ sustentada en los temores del fenómeno subversivo frente al ya debilitado sistema de partidos políticos.

[182]​ Vargas Llosa, quien experimentó ideas liberalistas y progresistas en su juventud,[183]​ respaldó el fenómeno de la «nueva derecha».

[184]​ El escritor fundó en 2002 la Fundación Internacional para la Libertad, uno de los think tanks que estableció una híbrida ideología liberal-conservador basado en el consenso de Washington, cuya prevalencia es en ser una institución con «modernización conservadora»,[185]​ análoga a la «modernización tradicionalista» del siglo XX.

[191]​ Las campañas electorales de los presidentes Alejandro Toledo y Alan García buscaron romper con la continuidad, pero resultaron infructuosas.

[204]​ Desde la iglesia evangélica, muchos grupos (mayoritariamente vinculados a partidos de centroderecha)[205]​ tuvieron un mayor impacto en los debates sobre valores familiares que sus homólogos católicos.

[230]​ Para 2023, el periodista y músico Fernando Pinzás percibió que la política se consideraba un tema tabú en diferentes circunstancias, debido a la presión social de una sociedad con valores tradicionales.

[236]​ En el siglo XXI la tendencia conservadora sugirió al neoliberalismo como una corriente positiva por su particularidad en obtener recursos a cambio de generar megaobras.

[238]​ Las políticas del consenso neoliberal fueron aplicadas en los años 1980[239]​ definitivamente efectivas con el Fujishock, luego de las propuestas económicas recibidas desde Washington hacia América Latina, las que estuvieron fuertemente relacionadas desde entonces.

[241]​ Esta adaptación cuenta con el apoyo de la élite económica y parte de la clase media, cuyos partidarios abogan por la desregulación, la privatización y la eliminación de los programas sociales;[242]​[243]​[244]​ además, que se modifica el compromiso social en sectores mayormente rurales con un enfoque más individualista, siendo el movimiento cooperativo que dejó la primera reforma agraria reemplazada por empresas que buscan ofrecer tales enfoques.

[259]​ Esta dependencia histórica de las materias primas, según el especialista Félix Jiménez, ha contribuido significativamente a este enfoque extractivista.

[268]​ Estas alternativas fueron defendidas por movimientos sociales que se oponían a las actividades extractivas en las regiones andinas y amazónicas.

[278]​ La educación durante la etapa neoliberal generó controversia en torno a cualquier contenido que, en palabras del entonces congresista, Rafael Rey, expresaba hostilidad contra la religión y los creyentes católicos.

[303]​ Este peyorativo se representa, según analistas, como una manifestación local del concepto de «marxismo cultural»,[312]​ siendo señalados los «caviares» como financiados por la USAID y personajes como George Soros.

[320]​ Este imaginario tuvo un gran impacto mediático y se convirtió en un tema de debate en el ámbito político.

Según las afirmaciones del politólogo Fernando Tuesta, dichos medios desempeñaron un papel crucial en la campaña de desinformación que benefició al entonces candidato presidencial Rafael López Aliaga.

[370]​ En el ámbito religioso, destaca Bethel Radio y Televisión, que tuvo preferencia en compartir acontecimientos políticos.

[371]​[372]​ Esta emisora contó como aliado a Ilad Media[373]​[fuente independiente requerida] y realizó coberturas de grupos conservadores como la marcha Con mis hijos no te metas.

[393]​ El término al que se alude ha suscitado reacciones diversas dentro del espectro político ideológico.

[394]​ La congresista Margot Palacios también ha empleado este término para referirse a la oposición parlamentaria que ha criticado las políticas del presidente Pedro Castillo.

[397]​ Posteriormente, el periodista Pedro Salinas adoptó esta denominación para aludir a grupos conservadores como la Coordinadora Republicana.

Representantes de sectores políticos (izquierda), eclesiásticos (centro) y militares (derecha, al fondo) en 2015. Si bien los religiosos tuvieron un papel significativo en los círculos conservadores, también lo hicieron las fuerzas del orden. Como señala el Tribunal Constitucional , cabe destacar los esfuerzos de la policía por establecer una presentación adecuada a fin de contribuir a su imagen positiva. [ 1 ]
El primer grupo conservador de carácter popular provino de los denominados «rivagüerinos», en alusión a José de la Riva Agüero . Entre los «rivagüerinos» más destacados estuvieron Mariano Tramarria, Ignacio Ninavilca , Tomás Dieguez y José Braulio de Camporedondo . [ 43 ]
Antonio Huachaca , líder de una rebelión contra la naciente república para restaurar el orden virreinal. Su movimiento ha sido comparado con los vandeanos y los chuanes , quienes se opusieron a la Revolución francesa . [ 71 ] [ 72 ]
Felipe Pardo y Aliaga , escritor conservador y representante del costumbrismo peruano. Fue parte de la «Tertulia de Pando», un círculo de intelectuales promovido por José María Pando que se reunía para debatir diversas temáticas.
Bartolomé Herrera , uno de los pensadores conservadores más influyentes del Perú.
El historiador y político peruano, José de la Riva-Agüero y Osma , fue fundador de la Acción Patriótica, nieto del presidente José de la Riva-Agüero y defensor de las ideas conservadoras. El historiador propuso que el comportamiento político tendente a la conservación de un presunto orden no sólo es el único racional, sino además el único excusable en la esfera moral. [ 99 ]
El presidente Manuel A. Odría .
El término «caviar» es recurrente en algunos medios de comunicación como Willax Televisión . En esta imagen del programa Contracorriente , se cita un fragmento del periodista Marco Sifuentes , de la La Encerrona . El programa sugiere que las opiniones de Sifuentes contrastan con la narrativa conservadora en Perú y, por tanto, son etiquetadas como «fake news». [ 287 ]
Pancarta durante la marcha por el 8M de 2024 en Lima.