Las organizaciones no gubernamentales se desempeñaron en el apoyo social desde el gobierno de Juan Velasco Alvarado.
Algunos políticos alegaron su posible implicación en las hostilidades y propusieron normativas regulatorias sobre su financiación para abordar estas preocupaciones.
[2] No obstante, en el contexto de las medidas económicas neoliberales implementadas, desempeñaron un papel fundamental en el apoyo a los micronegocios para asegurar su sostenibilidad.
[3] Para participar en el apoyo social, no se necesitaba registrarse ni recibir la supervisión del Estado.
[11] La postura contraria a la presencia de organizaciones no gubernamentales cuenta con el apoyo de la líder del fujimorismo Keiko Fujimori junto a Dina Boluarte y Rafael López Aliaga.