El aprismo (de las siglas APRA) es la ideología política asociada al pensamiento del peruano Víctor Raúl Haya de la Torre y al movimiento político continental denominado «Alianza Popular Revolucionaria Americana» (APRA), liderado también por Haya.
Se trata de una ideología latinoamericanista, antiimperialista, anticomunista[2][3] y, según algunos criterios, populista.
Originalmente, el fin del APRA era el de formar un pensamiento auténticamente latinoamericano que funcionase como alternativa a la cosmovisión eurocentrista americana, adaptado y adaptable a su realidad espacio-temporal y como foco de lucha antiimperialista y antioligárquica en el que se uniesen en un frente único los "Trabajadores Manuales e Intelectuales",[19] término por el cual se incluían a todas las clases sociales.
A los españoles (y europeos en general), que eran habitantes de Hispanoamérica, se les conocía como «indianos»; y a los habitantes originarios sin cruce con extranjeros se les conocía con el apelativo de «indios».
[20][21] El antiimperialismo aprista se diferencia del comunista en que este último, según los apristas, pretende establecer otro imperialismo rival, y en que no se trata de un sentimiento racista o nacionalista contra el pueblo de los EE.
Los chauvinistas, los jingoísmos, los divisionismos de cualquier orden —desde los intelectuales hasta los populistas— son aliados del imperialismo.
La base filosófica del aprismo es, sin duda, la tesis de su fundador: Espacio-Tiempo Histórico.
Como explicación a lo que intenta demostrar con ella, Haya de la Torre, en su libro homónimo, dice
Por lo tanto, la teoría aprista sugiere que la evolución histórica de Europa es la culminación de un desarrollo procesional —que Hegel llama “devenir”— y que permitió la interpretación dialéctica hegeliana, cuyo método adoptó Karl Marx para su determinismo histórico.
Por lo que para el aprismo, el marxismo debe pasar, ser negado y superado por otra nueva verdad científica-filosófica.
Niega al capitalismo porque cree que no ha cumplido con implantar en el mundo la libertad económica y la satisfacción de las necesidades en la democracia política.
El comunismo promete la justicia que el capitalismo no cumplió con instaurar, pero al precio de una dictadura sin término.
De acuerdo a la tesis del Espacio-Tiempo Histórico, el mundo está dividido en “Pueblos Continentes”, combinación de términos usados por primera vez por el filósofo aprista Antenor Orrego en un libro medular que, precisamente, lleva ese título.
Teniendo presente estos planteamientos, el aprismo considera en nuestro mundo contemporáneo los siguientes “Pueblos Continentes”: China e India en Asia; lo que fue la Unión Soviética (hoy la Federación Rusa y sus exrepúblicas), comprendiendo parte de Europa y parte del Asia; Europa Occidental (hoy en día reunidos en lo que es la Unión Europea); el mundo árabe, abarcando Asia Menor y el norte de África; Australia, en Oceanía; los Estados Unidos (incluyendo Alaska) y Canadá en América del Norte, e Indoamérica desde el Río Bravo hasta la Patagonia, inclusive las Antillas.
A pesar de ello, tuvo una gran influencia en distintos partidos políticos, tanto autodenominados apristas u otros nombres con los cuales se desarrollaron en sus respectivos países.
De igual forma, se encuentra entre los partidos políticos peruanos en actividad más longevo.
Villanueva salió victorioso con el apoyo del entonces joven político Alan García, por lo que Townsend se aleja del PAP y, junto con Francisco Diez Canseco Távara, decide fundar un nuevo partido: el Movimiento de Bases Hayistas.