Días después, el 14 de octubre, se constituyó una Junta Provisional de Gobierno presidida por Escobedo (ascendido a coronel) e integrada por el coronel Rafael Jimena y el doctor José Vicente Espantoso.
Por ello, no estuvo presente en las acciones decisivas de Junín y Ayacucho (1824).
Escobedo apresó al prefecto del departamento, Juan Ángel Bujanda, pero su movimiento subversivo fue dominado en un solo día gracias a la intervención mancomunada de militares y civiles.
Escobedo fue desterrado a Bolivia, pero reapareció en Arequipa, donde nuevamente fue apresado y enviado al destierro (1832).
Retornó en 1836 durante la guerra entre Salaverry y Santa Cruz, apoyando la causa de la Confederación Perú-Boliviana, se retira al Cusco, pero halló entonces la muerte.