Las relaciones entre el Perú y la Gran Colombia se habían deteriorado de manera alarmante.El Ejército del Perú por su parte, tuvo inicialmente campañas militares rápidas y exitosas.La Gran Colombia reconocía la soberanía peruana en Tumbes, Jaén y Maynas al no reclamarlas como territorio grancolombiano.Parecía que la tregua entre ambas naciones se rompería de un momento a otro.El general Agustín Gamarra, decidió junto con otros altos oficiales peruanos derrocar al presidente La Mar.Es decir, se mantuvo el statu previo al estallido de la guerra.,[3] agregándose que cada país podría hacer pequeñas concesiones con la finalidad de fijar una línea divisoria más natural y exacta para evitar nuevos conflictos.Asimismo, se acordó nombrar una Comisión binacional de límites, para fijar la línea divisoria posteriormente.