Congreso de Panamá

Asistieron al congreso la Gran Colombia, México, Perú y la República Federal de Centro América.

[1]​ Debido a los desacuerdos entre los gobiernos participantes, fracasó el proyecto de confederación ideado por Bolívar.

En el ámbito externo las preocupaciones argentinas estaban en la Guerra del Brasil, para mantener a la Banda Oriental como una provincia de Argentina, y fortalecer los vínculos comerciales con Gran Bretaña antes que con el resto de Suramérica, por lo cual hubo escaso interés en el congreso.

No obstante, pugnas políticas causaron demoras en la designación de los delegados bolivianos, y cuando estos quedaron listos para embarcarse hacia Panamá, se supo que el congreso había concluido en dicha ciudad.

El gobierno chileno dirigido por Ramón Freire no mostraba simpatías por Simón Bolívar ni por su enorme influencia política sobre los países sudamericanos con costas en el océano Pacífico.

El gobierno estadounidense envió a dos representantes: Richard C. Anderson y John Sergeant, también con instrucciones muy concretas: estimular solamente los acuerdos de comercio, evitar comprometer a Estados Unidos —tanto en el aspecto político como en el económico— en la confederación propuesta por Bolívar y rechazar todo pedido de ayuda en un conflicto contra España.

El observador por los Países Bajos, Jan van Veer, fue enviado para proponer la mediación neerlandesa entre las repúblicas hispanoamericanas y España, pero no tuvo la acreditación necesaria; a esto se unió que la monarquía holandesa no había reconocido la independencia de ninguna república hispanoamericana, por lo cual el delegado neerlandés fue recibido únicamente a título individual.

El salón donde fue celebrada dicha convención recibe el nombre de Salón Bolívar y reposan allí una espada de Simón Bolívar junto a los originales «Protocolos del Istmo», primeros acuerdos firmados por los ministros plenipotenciarios que asistieron a la reunión en 1826.

La exigencia del observador británico Dawkins para contar con acuerdos comerciales de manera separada con cada estado impidió las posiciones comunes entre los países hispanoamericanos por lo que el congreso decidió mantener el statuo quo sobre los aranceles y el comercio.

La presión británica desaconsejó también invocar el apoyo de Estados Unidos para instaurar por la fuerza la Doctrina Monroe, en tanto los estadounidenses eran, junto a España, los principales actores comerciales en Cuba y Puerto Rico.

Estados Unidos había comenzado su movimiento ascencional y todas estas explicaciones fueron secundadas por el representante diplomático estadounidense en Ciudad de México, Joel Roberts Poinsett, lo cual terminó por frustrar la agenda del congreso.

Cuando en Bolivia dejó el poder el gobierno del mariscal Sucre, también se desvaneció en las nuevas autoridades bolivianas todo interés por el proyecto unificador de Bolívar.

[cita requerida] Cuatro años después del congreso, en 1830, la Gran Colombia se disolvió dando lugar a tres Estados, y en 1838 las Provincias Unidas del Centro de América empezaron a desmembrarse en cinco Estados.

Gran Bretaña, que había enviado un representante apenas en calidad de observador, aprovechó la situación para iniciar acuerdos comerciales con los países asistentes por separado; así el gobierno británico fue el más beneficiado al obtener importantes tratados mercantiles con algunos de ellos.

Años más tarde se creó la Unión Panamericana y luego la Organización de Estados Americanos (OEA).

Monumento en la ciudad de Panamá en honor a Simón Bolívar por el Centenario del Congreso Anfictiónico.
Mapa de naciones invitadas en el Congreso de Panamá, 1826
El antiguo convento de San Francisco (actual Palacio Bolívar) en la Ciudad de Panamá , lugar de celebración del congreso.
Ciudad de México vista desde Tacubaya en 1836.