Para esto convocó el Congreso de Panamá pero cuando fracasó se propuso una meta más realizable, unificar los países independizados por él:[2][11][12] Perú, Bolivia y Colombia;[13] como dijo Jorge Basadre: «Unir a las repúblicas bolivarianas parecía más factible que unir a todas las Repúblicas hispanoamericanas».
Para tal acuerdo señalaba que en medio siglo todos los miembros debían comprometerse a no alterar sus formas de gobierno.
[48] Sería una sucesión por mérito y no herencia de sangre como en las monarquías,[49][47] posiblemente estaba inspirado en Augusto, quien legó el Imperio romano a Tiberio.
[71][72] Bolívar le había prometido 4.000 soldados para ayudarle a volver al poder como su aliado, aprovechando la crisis y el caos en que estaba sumergido Chile.
[27] Poco después, enviaron como ministro plenipotenciario al coronel mayor Ignacio Álvarez Thomas a Chile en octubre de 1825.
De hecho, su nombre sonaba en los disturbios que se producían en Tarija y Córdoba pidiendo su intervención para enfrentar al Imperio.
En los planes más extremos, se concibió repartir el Brasil entre los invasores hasta los límites del antiguo Tratado de Tordesillas.
[125] Un sector rioplatense aprobaba la intervención de Bolívar, otros veían en el Libertador un peligro para su soberanía, aumentadas dichas inseguridades con la controversia generada en Perú y Bolivia por la Constitución Vitalicia.
[128] La acción del emperador brasileño fue vista con buenos ojos por el libertador venezolano, quien se comprometió a negar la propuesta de los argentinos y a mantener relaciones cordiales con Brasil, al cual veía con mejores ojos al no ser una monarquía absolutista, si no constitucional, y la mas liberal del mundo.
[129] Los peruanos temían dicha alianza, porque creían que «Bolívar intentaría dividir el continente en "dos grandes imperios", brasileño y bolivariano».
Puesto que, en 1825, Simón Bolívar propuso un acercamiento al Paraguay del Dr. Francia, en plena crisis política (y posterior guerra) en el Río de la Plata.
[n 10] El 14 de mayo Santamaría refirió al ministro Pedro Gual los “rápidos progresos” que hacían en México las ideas republicanas.
Este plan en progreso, conjunto en teoría, pero con un notable impulso colombiano; alarmó a Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.
[156] Así pues, la diplomacia norteamericana hizo un magistral movimiento para detener, al menos temporalmente, la expedición colombiana a las Antillas Españolas.
[158] Además, el Secretario Pedro Gual dijo al ministro Anderson que Colombia, al estar ligada por pactos a las demás repúblicas hispanoamericanas, no podría aceptar un armisticio con España sobre la base de no apoyar a esas otras repúblicas en sus operaciones militares contra la ex metrópoli.
A diferencia de lo sucedido en las Trece Colonias, donde el esfuerzo bélico contó con un Congreso y un mando unificado, en Sudamérica la independencia fue hecha por muchos caudillos con gran influencia en los territorios que dominaban.
[208] La indiferencia política y cultural se mantuvo en los años siguientes, los nuevos países tenían como permanente referente al Viejo Continente.
[210] En el caso lusitano, la mayoría de la población se concentraba en ciudades costeras no tan lejanas entre sí como sucedía en Hispanoamérica, lo que permitió una administración más centralizada.
[202] Importancia de las audiencias: Bolívar quería un gran estado continental o al menos grandes países basados en los virreinatos,[188] «unas naciones más poderosas, sólidas y prósperas».
[19] Al final de su vida, vio como las fuerzas centrífugas se imponían a las centrípetas y los nuevos países estaban basados en las reales audiencias.
[213] Estas jurisdicciones resultaron ser verdaderos espacios «prenacionales» gracias a que en su interior había una alta integración territorial y concentricidad institucional, cimientos de los nuevos estados.
[205] Otros autores indican que las audiencias tenían poco significado para las ideologías de la época, si se las compara con la ciudad, el continente o los virreinatos,[216] «hay buenas razones para no sobrestimar la contribución hecha a los estados-nación definitivos por las identidades protonacionales que estaban asociadas con la escala de las audiencias».
La identificación habría surgido como justificación en el discurso de las élites que reclamaban voz y voto en las decisiones sobre sus territorios.
[238] En las zonas más vinculadas al comercio exterior dominaban élites que exigían mayor autonomía y participación en el gobierno nacional.
[241][242][243] Para empeorar todo, la monarquía prohibió el intercambio comercial entre virreinatos de varios productos para dar ventaja a mercancías peninsulares.
[252][253] Esto disminuyó el poder adquisitivo,[254] hubo problemas al fijar precios,[253] puso fin a los circuitos comerciales coloniales[255] y trajo déficit fiscales cada vez mayores[256] (en época de grandes gastos militares).
[267] Chile quería asegurar la hegemonía en el Pacífico Sur para su principal puerto, Valparaíso, sobre sus rivales peruano (Callao)[268][269][270] y boliviano (Cobija).
Cuando Gamarra invadió Bolivia los chilenos empezaron a prepararse para hacerle la guerra para proteger el «equilibrio de poder»; la expedición fue cancelada por su derrota y muerte en Ingaví.
[n 27] Posterior a su caída, Flores negoció en 1846 la posibilidad de unificar Ecuador, Perú y Bolivia bajo un mismo monarca, el joven Agustín Muñoz y Borbón (algo aceptado por la regente española María Cristina de Borbón-Dos Sicilias);[275] no era la primera vez que se intentaba instalar una sistema monárquico en dicho territorio.
[277] En 1969 se creó la Comunidad Andina, un organismo internacional cuya misión es promover el desarrollo económico mediante la integración de sus miembros.