Idioma aimara

Este idioma es hablado en diversas variantes, por el pueblo aimara en Bolivia (donde es una de las lenguas amerindias mayoritarias),[5]​ Chile, Argentina y Perú.

[10]​En el norte argentino este idioma convive junto con el Quechua sureño La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) considera que este idioma se encuentra en situación «vulnerable» de cara a su supervivencia futura.

Se fue extendiendo hacia el sur como lingua franca, y fue adoptada como lengua materna por los pueblos de la cultura huari.

Así se llamó «en español» al idioma cuyo real nombre era jaqi aru (significando humanidad y lengua respectivamente) y después le aplicaron ese nombre a quienes hablaban ese idioma, quienes se llamaban a sí mismos jaqi.

Esta lengua fue estudiada por primera vez por el jesuita italiano Ludovico Bertonio a finales del siglo XVI.

El aimara predomina en la región de la meseta del Collao y zonas aledañas.

Así, se pueden encontrar grupos significativos en ciudades como Juliaca, Lima, Arica, Oruro, o Cochabamba, entre otras.

[24]​ Históricamente se habían desarrollado acciones contra la continuidad de las prácticas y saberes ancestrales indígenas.

Su concepto supera la alfabetización e incluye contenido cultural y político, pero se trata todavía de una educación bilingüe sistemática.

En la vecindad de una consonante uvular (/q, qʰ, qʼ, χ/), se presentan alófonos más centralizados, como [e o] para /i u/, respectivamente.

Veintiséis fonemas consonánticos forman su repertorio, incluyendo: El repertorio estándar de 32 grafemas que se viene utilizando desde 1984 para escribir en aimara contemporáneo se conoce como Alfabeto Único y es oficial en los 3 países de su dominio lingüístico.

El apóstrofo se emplea para señalar las oclusivas y africada eyectivas p', t', ch', k'.

Un gran número de palabras aimaras son préstamos del quechua o parte de un acervo compartido por ambas lenguas, por lo que resulta imposible determinar cuál fue la lengua origen del préstamo y cuál la que lo tomó prestado.

Además, comparte la mayor parte de los rasgos típicos del área lingüística andina.

Entre estas características, destaca la de usar exclusivamente sufijos, tener un orden básico SOV y usar postposiciones.

La diferencia más notable entre el español y el aimara en cuanto a las personas gramaticales es la «cuarta persona» jiwasa que indica que lo que se predica incluye tanto al hablante como al oyente y por tanto es [+emisor][+receptor], esta forma no tiene formalmente sufijo de plural y no es equivalente al «nosotros» de las lenguas indoeuropeas sino al "nosotros inclusivo" = yo + tú + posiblemente otros, a diferencia del «nosotros exclusivo» = yo y otro(s) pero no tú, que en aimara es tratado formalmente como el plural de la primera persona ordinaria.

La cultura aimara siempre da una gran importancia a la segunda persona, evitando darle mandatos, reconociendo su presencia y anticipando sus deseos.

[37]​ El aimara posee como rasgo gramatical la evidencialidad, lo cual significa que el hablante usa ciertos afijos para marcar si lo expresado procede de conocimiento personal directo o porque lo conoce de manera indirecta (por haberlo oído o porque alguien se lo ha dicho).

En aimara, esta distinción gramatical entre el conocimiento personal y el no personal es totalmente natural y debe expresarse de manera obligatoria, por lo que la omisión de las marcas epistémicas resulta en una oración agramatical.

Dicha característica hace que los hablantes de aimara transfieran al español andino dicha característica, ya que no expresar si algo procede de conocimiento directo o indirecto les parece extraña.

Los aimaras que se dirigen al oyente en términos no-humanos lo ofenden, más aún si lo hace con pronombres demostrativos.

[39]​ El idioma aimara también se caracteriza por ser explícito respecto al movimiento, tanto verbalmente como nominalmente.

[39]​ El aimara define la mayoría de las relaciones gramaticales mediante la morfología más que la sintaxis.

En algunas palabras, se pueden concatenar sufijos, cada uno de los cuales causa la caída de una vocal del sufijo precedente ocasionando grupos consonánticos complicados, como en el siguiente ejemplo con cinco consonantes seguidas: La alternancia morfofonémica en aimara está condicionada morfológica y sintácticamente.

El sufijo en aimara que muestra influencia morfofonémica regresiva hace retener o suprimir la vocal final del morfema precedente.

Distribución de la población aimarófona en el sur del Perú (2007).
Acta de Independencia declarada por el Congreso de las Provincias Unidas en Sud América - Versión parafrástica en idioma aymara (1816)
Alfabeto Único
Un yatiri aimara realizando un ritual sagrado en el lado boliviano del lago Titicaca . Yatiri significa "sabio" en el idioma aimara, y es una autoridad espiritual en la comunidad que desempeña un rol mediador entre la naturaleza y el hombre. [ 34 ]