Es decir, el hablante al referir un hecho señala con una marca morfológica si conoce los hechos de primera mano, ha oído de ellos, conjetura que fue así, etcétera.
[3] Entre las lenguas indígenas de América, la evidencialidad es más frecuente que el género gramatical.
Otras categorías son menos usadas en unas lenguas que otras, por ejemplo, el número es obligatorio en lenguas indoeuropeas en casi todo contexto, mientras que en chino si bien es una categoría presente su uso se restringe a los pronombres.
En cuanto a la evidencialidad, la mayoría de lenguas distinguen entre 2 y 4 modos posibles, en oraciones enunciativas afirmativas.
Algunos ejemplos concretos del tariana, lengua amazónica amenazada de la familia arawak, se tienen los siguientes ejemplos:[5] Todas esas oraciones describen en esencia la misma proposición, sin embargo, los diferentes marcadores de evidencialidad (-ka, -mahka, -nihka, -sika, -pidaka) nos indican en qué evidencia se basa el hablante, y en cierto modo qué grado de confianza debemos atribuir al hecho en cada uno de los casos.