Este proyecto ideado por Miranda en Pensacola, Estados Unidos, fue influenciado por sus cuatro años de estancia en Europa, especialmente en el Sacro Imperio Romano Germánico.
Tendrían a su cargo la salubridad y administración de las provincias y estarían facultados para legislar al respecto de la administración que circunscribían siempre y cuando no contradijeran o trabaran leyes generales del imperio ya que tendrían que someterla al cuerpo legislativo, el cual tenía a no más de un año para devolverla para su ejecución o negarla dando razones explicativas.
La asamblea se denominaría como Concilio colombiano y sería el único cuerpo que dictare leyes para la federación americana.
Los miembros durarían en el cargo dos lustros y para su reelección sería preciso tener un intervalo de diez años.
A su vez los censores tendrían subdelegados en cada provincia que reportaría al gobierno de censos cada cinco años.
Los jueces deben ser ciudadanos activos no menores de cuarenta años y su cargo eran vitalicios.
Miranda consideraba que mientras el pueblo se acostumbraba a la libertad, era conveniente nombrar provisionalmente un jurado especializado.
Entre los jueces existentes, el poder ejecutivo designaría los miembros del máximo tribunal llamada Alta Corte Nacional.