Sus cuatro principios fueron: Más tarde, estos tres principios (Religión, Independencia y Unión) se convertirían en las Tres Garantías que promovió el ejército que sustentaría al gobierno, al que, por la misma causa, se le llamó Ejército Trigarante.
El plan, exhortaba a los insurgentes a incorporarse al ya mencionado Ejército Trigarante, cuyo líder sería Agustín de Iturbide.
[4] Para gobernar al nuevo país en lo que llegaba un príncipe a ocupar la corona, el plan proponía la creación de una "Junta Gubernativa" y, posteriormente, una Regencia que se encargaría de gobernar en lo que se elegía al nuevo emperador.
Este trienio liberal dura entre 1820 y 1823, cuando Fernando VII consigue que la Santa Alianza (Prusia, Austria y Rusia) envíe un ejército compuesto por 95 000 soldados en ayuda del rey (ejército llamado los Cien Mil hijos de San Luis), restaurando el Antiguo Régimen y el absolutismo tras la batalla de Trocadero.
En la Nueva España, grupos de las élites novohispanas del clero, la burguesía y el ejército, reunidos en la llamada "Conspiración de la Profesa", gestaron la movilización de la población afín a sus intereses, para concretar la independencia, nombrando como comandante del ejército a Agustín de Iturbide, para que derrotara a la resistencia insurgente comandada por Vicente Guerrero.