Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824

En la nueva Constitución, la República tomaba el nombre de Estados Unidos Mexicanos, y era definida como una República Federal Representativa, con el catolicismo como la única religión oficial de México.

Esta constitución fue derogada por el rey Fernando VII, por lo que no tuvo aplicación en los territorios hispánicos.

Sin embargo, su contenido legal influyó en las constituciones y planes que se redactaron en México en los años posteriores.

Conforme avanzaba el movimiento independentista, fue necesario crear un congreso para unificar a los revolucionarios y crear una legislación, el cual se llevó a cabo en septiembre de 1813, en Oaxaca.

Sin embargo, la constitución no tuvo vigencia, ya que hacia finales del 1815 comenzaba a restablecerse la administración virreinal.

[1]​ Tras la abdicación de Agustín de Iturbide al Primer Imperio Mexicano, se estableció un Supremo Poder Ejecutivo formado por un triunvirato cuyos integrantes eran los generales Pedro Celestino Negrete, Nicolás Bravo y Guadalupe Victoria, cuyos suplentes fueron Miguel Domínguez y Vicente Guerrero.

Fray Servando sí era federalista, pero consideraba que no se podía seguir el modelo estadounidense al pie de la letra.

[6]​ En ella, se desarrollaron los principios que fueron escritos con anterioridad en el Acta Constitutiva.

Ese mismo año, dos cambios fueron hechos en la geografía nacional, quedando finalmente compuesta por 19 estados, 5 territorios y el Distrito Federal.

Los estados del centro, México, Puebla, Querétaro, Guanajuato, Veracruz y Michoacán que eran los más habitados funcionaron como una descentralización administrativa.

La primera aún apoyaba al imperio de Iturbide, pero era minoría[cita requerida].

La segunda estaba influenciada por la logia yorkina cuya filosofía era el federalismo radical, pero a la vez fomentaba un sentimiento anti hispanista en gran medida promocionado por el ministro plenipotenciario estadounidense Joel Roberts Poinsett.

Esta decisión creó una época de inestabilidad política, desatando conflictos entre el centro y los antiguos estados del país.

Las rebeliones se suscitaron en diversos lugares, los más importantes fueron: La anexión de Texas y el conflicto fronterizo que se suscitó después de la anexión desencadenaron la intervención estadounidense en México.

Constitución de 1824 de México