José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix, más conocido como Guadalupe Victoria, fue el único presidente que completó su mandato constitucional durante este periodo.
[10] La falta del Congreso, las decisiones del emperador y la ausencia de soluciones para los graves problemas por los que atravesaba el país aumentaron las conspiraciones para cambiar el sistema imperial.
[11] Antonio López de Santa Anna proclamó el Plan de Casa Mata al que posteriormente se le unirían Vicente Guerrero y Nicolás Bravo.
[20] Los Centralistas se oponían a dividir el territorio en estados independientes, argumentaban que siempre habían existido las provincias con un gobierno central y consideraban que el régimen federal debilitaría a la nación, la cual necesitaba unión para hacer frente a eventuales intentos de reconquista de España.
En 1827, se desenmascaró y sofocó una conspiración dirigida por el monje Joaquín Arenas para restablecer el dominio español en México,[33] se logró el reconocimiento diplomático del Reino Unido, se decretó la expulsión de los españoles de la República,[37] a lo que siguió la Rebelión de Nicolás Bravo la cual fue sofocada por Vicente Guerrero.
En 1828, se ratificó el contenido del Tratado de Adams-Onís y por lo tanto la frontera con los Estados Unidos.
Vicente Guerrero, el candidato perdedor, rechazó los resultados y organizó una revolución.
El mismo día, el Congreso declaró como Presidente Interino a José María Bocanegra.
El gobierno de Gómez Farías dio inicio a una serie de reformas liberales profundas, hecho que no fue del agrado del bando conservador y la Iglesia católica.
El país vivía un caos político desde 1829, existía una fuerte polarización política entre los defensores del régimen centralista y los defensores del federalista, agravada por las sublevaciones de varios estados.
La fragilidad fiscal del Estado motivaba frecuentes problemas con el Ejército y con la burocracia federal.
[60] Presionado por la Iglesia Católica y varias facciones radicales que pugnaban por el regreso al orden, Santa Anna a través del Presidente Interino, opto por suprimir el régimen federal y emprender la formulación de una constitución centralista.
Al principio se creó el Supremo Poder Ejecutivo para gobernar el país, sin embargo, el nuevo Estado no se institucionalizó hasta la aprobación de la Constitución de 1824.
La Constitución establecía que el país era una república representativa popular federal y se dividía el poder de la federación para su ejercicio, en tres poderes.
La única diferencia entre este sistema de gobierno y el que rige actualmente a México es la figura del vicepresidente, ahora inexistente.
Durante el tiempo que duró la Primera República debieron haber tres periodos constitucionales de 4 años (1825-1829, 1829-1833, 1833-1837).
Bocanegra fue sustituido por el triunvirato encabezado por Pedro Vélez el 23 de diciembre del mismo año.
Bustamante fue sustituido por Melchor Múzquiz el 14 de agosto del mismo año.
Por otra parte algunos yorkinos, como José María Bocanegra se opusieron a la influencia de Poinsett, quien finalmente fue expulsado del país.
Su gobierno heredó también una deuda con los miembros del ejército, y aun así, tuvo que organizar la defensa ante un ataque inminente por parte de España.
En 1856 fue elegido diputado por Jalisco, y más tarde presidente del Congreso Nacional Constituyente.
Durante los primeros años del México independiente, los acontecimientos ayudaron a Santa Anna en su imparable ascenso.
La convocatoria a las eleccionez de 1828 nacía con la controversia entre las posturas representadas por Manuel Gómez Pedraza y Vicente Guerrero.
Los partidarios del primero se oponían a hacer efectiva la expulsión de los españoles peninsulares restantes en el país.
Apenas once días después de que Gómez Pedraza ganara las elecciones, Santa Anna se rebeló, exigiendo la sustitución del presidente electo por el general Vicente Guerrero, inaugurando con esto el inicio de las interminables guerras civiles en el país naciente.
Nombrado presidente Guerrero, Santa Anna tomó las riendas del ejército nacional.
En 1829, una expedición española desembarcada en Tampico, comandada por el brigadier Isidro Barradas que tenía por objetivo la reconquista de México, fue derrotada por Santa Anna, que desde entonces se hizo llamar "El Héroe de Tampico".
Al ser derrocado el gobierno de Guerrero por Anastasio Bustamante, Santa Anna hizo un pacto con Gómez Pedraza (el presidente que había derrocado años atrás), para que este alcanzara la presidencia de 1830 a 1833 mediante nuevos levantamientos.
[75] El entonces gobierno del Imperio Mexicano eligió el tricolor de verde, blanco y rojo con el escudo nacional en el centro.
Aunque el águila en el escudo es similar a la utilizada hoy en día, la de 1821 no tiene una serpiente en su pico y presenta además una corona, que representa el imperio.