Iturbide lo nombró comandante general de la provincia de Veracruz, durante ese tiempo fue partidario del Imperio.
El 2 de diciembre de 1822, Santa Anna se pronunció en contra de Iturbide y a favor de la república apoyando a Guadalupe Victoria.
Santa Anna prometió seguir los principios del Plan de Iguala, se dirigió a la población con los siguientes argumentos:[1] El plan original fue ampliado y quedó conformado por veintiséis cláusulas.
En el nuevo documento se señaló que un congreso debía reunirse para decidir una forma de gobierno que continuara los principios de religión, independencia, y unión.
Con este plan, Santa Anna perdió batallas y fracasó en su intento de tomar Jalapa al principio de la sublevación, pero con la proclamación del Plan de Casa Mata y el apoyo de otros líderes rebeldes se propició la derrota de las fuerzas de Iturbide en marzo de 1823.