Dentro de la división eclesiástica de la Iglesia Católica del Perú, pertenece a la Diócesis de Huacho[2] En la época prehispánica se desarrolló la cultura chancay, que ocupó la costa central del Perú, teniendo su centro en los valles Chancay y Chillón, pero con influencias que se extendieron entre Huaura y Rímac.
Sus cementerios son enormes y las tumbas contienen una gran cantidad de ofrendas funerarias, cuyos desniveles en riquezas sugieren una sociedad profundamente estratificada.
Administrativamente, toda esa zona dependía del Corregimiento de Chancay.
Por aquellos “mantenimientos” y las afinidades que esta población demostraba, decidieron los patriotas de Chancay era el lugar adecuado para establecer los acantonamientos del Ejército Libertador en 1820.
La ciudad de Chancay era la capital distrital y provincial a la vez.
Esta cultura prehispánica es especialmente conocida por su cerámica, tejidos y manufacturas en madera.
Los artesanos chancay dominaban una gran técnica de fabricación y decoración desde tejidos llanos decorados por tintes hasta las más finas gasas, encajes, brocados y reticulados, tapices.
Sobresalió notoriamente el brocado, la tecnología de la gasa decorada y el textil pintado habiendo sido decorados con peces, aves y también con dibujos de forma geométrica.
Con pincel produjeron lienzos pintados directamente con diseños antropomorfos, zoomorfos, geométricos y otros creativos dibujos de libre imaginación.
Respecto al arte realizado con plumas, el desarrollo del color es mucho más avanzado que en los ceramios.
Las combinaciones e impresiones que causan sus colores en la manufactura de mantos son notables.
La cerámica Chancay se basa principalmente en la utilización del color blanco para el fondo y el negro para los diseños sobre peculiares representaciones modeladas de peces, monos, gatos, aves, escaques y grecas.
Estas formas se consiguieron con técnicas de modelado y moldes, siendo comunes también los grandes cántaros con asas verticales, los platos con pedestal como diversas representaciones escultóricas.
Pero quizá la representación más famosa de los chancay son unos cántaros en cuyo cuello se representa una cabeza humana modelada y pintada con tocado, orejeras y pintura facial.
Su estilo es de una superficie áspera y está pintada en color negro o marrón sobre un fondo crema o blanco y debido a esta particularidad es conocida como negro sobre blanco.
Estas figuras cuchimilcas, extienden sus brazos como alas listas para volar o invitando un abrazo.