[nota 5] Otro claro precedente prerromano del cántaro fue la vasija casi esférica de pasado neolítico (con ejemplos mediterráneos en la cerámica cardial y americanos en el aríbalo incaico); y un tercer modelo serían las vasijas bitroncocónicas (como una central térmica a la inversa) rastreables hasta el primer Milenio a. C. De estas formas primitivas evolucionó el cántaro aguador, manteniendo o mezclando los tres modelos básicos: el ovoide (como un huevo con asas embocado por uno de sus extremos), el globular (más redondo), y el fusiforme (más estilizado, como un pez).[8] La forma más extendida es el huevo invertido con altos hombros donde apoyan las asas: los modelos más 'anchos de caderas' son habituales en la Meseta ibérica, el Valle del Ebro, Extremadura, Andalucía Occidental y el sur de Portugal.[21] En el País Vasco, se conserva documentación gráfica de ellas en Amorebieta (Zornotza),[22] en Ibarra (Orozco) y en Rentería.Otras localidades españolas con carreras de equilibrio: Borobia,,[24] en Soria; Añora,,[25] Los Pedroches y Dos Torres, en Córdoba; Montejaque,[26] en Málaga; Las Casiñas,[27] en Extremadura...[nota 9] Ya en el siglo XX, lo vemos tanto en los figurativos, desde Romero de Torres a Pichot,[29] como en Picasso que lo pintó obsesivamente en sus bodegones y lo decoró en su etapa ceramista.
Cántaros de Lérida, Miranda (Asturias) y Sestrica (Zaragoza).
Cántaros españoles (siluetas).
Alfarería mexicana.
Carreras y
paseadas
festivas en: (arriba: siglo
XX
) Amorebieta y Cortes de Aragón; (abajo: siglo
XXI
) Paracuellos de la Ribera —con el curioso cántaro fusiforme de
Sestrica
—, Portugal y Los Pedroches.
Las bodas de
Caná
, hacia 1670-1675, óleo sobre lienzo, 179 x 235 cm,
Birmingham
, The Barber Institute. Una "sinfonía alfarera".