Durante el período Clásico (siglo II-siglo VIII), en Teotihuacán se empleaban diversos tipos de cerámica, algunos de ellos importados de otras zonas con presencia teotihuacana, como el grupo Anaranjado Delgado procedente del sur de Puebla.
Otros, como el Anaranjado San Martín, fueron de producción local.
Los objetos manufacturados con esta técnica fueron empleados para uso diario.
[1] Los objetos se modelaban mediante el empleo de moldes, una técnica muy propia de Mesoamérica donde no se conoció el torno mecánico.
Para evitar que la pasta de barro se pegara a los moldes, estos tenían superficier rugosas, por lo que después era necesario afinar el terminado de los objetos, del mismo modo que se hace actualmente en la Mixteca Poblana.