Cantarilla

[2]​[3]​ En tanto que el término cantarilla determina algunos modelos concretos en diferentes zonas de la geografía española, el par masculino cantarillo solo suele tener uso como diminutivo.

[4]​ Es muy variada y en muchas ocasiones responde a cierto capricho en el uso de la terminología tradicional del lugar de origen, llegando a crearse cierta confusión.

No obstante, la característica morfológica determinada por el tamaño —menor que el cántaro y muchas veces parejo a la cántara— puede considerarse un referente para su catalogación.

En el Levante español se conserva la «marraxeta», hermana menor de la «marraxa», que en otros contextos puede aparecer como "marracha" o "marraixa".

En algunas zonas de La Rioja (España), el cántaro pequeño toma un término rural, el botejo, hijo lingüístico del botijo y la boteja.

En este bodegón con varios cacharros y dos hombres beodos, atribuido a Diego Velázquez hacia 1620, se distinguen con claridad varias piezas de la cacharrería española del siglo XVII : la cantarilla con una naranja cubriendo su boca para perfumar el agua contenida, y a su derecha una alcuza o perula esmaltada en verde en su parte superior; unos platos de vajilla apoyados en la macilla del almirez dorado completan la composición sobre la mesa. El cuadro se encuentra en el Wellington Museum, Apsley House (Londres).